Atentan contra la identidad de la comunidad apache Kune’tsa.
Cuatro Ciénegas, Coah.- En un acto condenatorio y de gran desesperación, la comunidad apache Kune’tsa y los habitantes de esta histórica región, han reiterado la denuncia pública por los graves actos de vandalismo que han afectado al Cañón de la Lagartija, donde los delincuentes alcanzaron los sectores prehistóricos y prehispánicos, con el robo de pinturas rupestres de miles de años de antigüedad, además de colmillos de mamut y otros enseres que adornan el Valle natural de Cuatro Ciénegas.
Se han reportado daños severos causados por el uso de herramientas como esmeriles y taladros, que han puesto en peligro pinturas rupestres de incalculable valor histórico, así como cámaras mortuorias y otros elementos arqueológicos que son parte del legado de los pueblos originarios.
Estas expresiones culturales, que han sobrevivido durante miles de años, están siendo objeto de una destrucción sistemática que no sólo pone en riesgo la evidencia de la historia, sino que también atenta contra la identidad como pueblo.
César Niño, representante y portavoz de la comunidades apaches en Coahuila, principalmente de la Kune’tsa, dijo ya se encuentra en investigación para dar con el o los responsables de esta devastación arqueológica, apuntando a que se trata de personas del mismo Cuatro Ciénegas.
Hicieron un llamado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para realizar un peritaje urgente sobre los daños, así como al Gobierno del Estado de Coahuila y al Municipio de Cuatro Ciénegas para destinar recursos que fortalezcan las medidas de seguridad en la región. También instan a UNESCO y otros organismos internacionales a evaluar el área como candidata a ser patrimonio mundial.
César Niño Flores, representante de la comunidad apache Kune’tsa, enfatizó que “el saqueo y la destrucción de estas reliquias no son sólo un ataque contra su historia, sino contra la identidad de la humanidad como pueblo”.
Exigencias
Protección inmediata del Cañón de la Lagartija: Solicitan un plan de vigilancia permanente para prevenir futuros actos de saqueo y vandalismo, con recursos destinados a la instalación de cámaras de seguridad y patrullas periódicas.
Investigación y castigo a los responsables: Piden una investigación exhaustiva para identificar a los saqueadores y llevarlos ante la justicia, colaborando con expertos en criminología para recuperar las piezas saqueadas.
Reconocimiento del territorio como patrimonio ancestral: Exigen que se declare el Cañón de la Lagartija como Zona de Patrimonio Cultural y Natural Protegido, asegurando su salvaguarda para las futuras generaciones.
Difusión y educación pública: Promueven campañas para sensibilizar tanto a la población local como a los visitantes sobre la importancia de proteger este patrimonio cultural.