Don Mardoqueo Ramos, profesor que llegó a vivir en la Alameda del sector El Pueblo, hace mas de 50 años...
Monclova, Coah.- Don Mardoqueo Ramos, profesor que llegó a vivir en la Alameda del sector El Pueblo, hace más de 50 años, ya se acostumbró a vivir con los ruidos de su hogar que colinda con lo que antes fue la capilla hospital La Purísima, de la cual ahora sólo queda un muro propiedad de la nación.
“Se rumoran muchas cosas, pero no quiero entrar en detalles para que no me juzguen loco”, anticipa don Mardoqueo.
“Son rumores con respecto a que se arrastran cadenas, visiones, yo soy inspector escolar, cuando me iba yo a revisar las escuelas a Ocampo y Sierra Mojada dejaba a un señor cuidando la casa y él decía que oía ruidos por el andador del sótano, por este costado sí se oyen, le voy a decir, sí se oyen, a veces como que truena la madera, como que una cosa rara”, revela.
“Hace ratito muy fuerte sonó, yo no le presto atención, se oye eso y hay gente que tiene miedo, yo no, pues ya me acostumbré a eso, de que estoy sentado aquí se oye fuerte el movimiento de la madera, o de algo, pero a mi no me da miedo, siempre se ha oído”, asegura.
Sin embargo, Don Mardoqueo no se atreve a comentar más allá.
“No, no se quién sea, que arrastra las cadenas, no, de eso no, no me gusta mucho entrar en esos detalles porque lo juzgan a uno, pero mire así como estamos ahorita, hace rato de repente se escuchó, no nada más yo, mis hijos cuando vienen aquí lo escuchan, si se oye por aquel lado”, expresó.
Incluso el profesor tiene la creencia de que uno de los hombres a los cuales les pagaba para que cuidaran su casa hace muchos años murió de pavor. “Este hombre se impresionaba mucho y creo yo que murió de pavor”, dijo.
Don Mardoqueo confiesa que una vez vinieron a su hogar los gambusinos con un aparato para detectar tesoros.
“Anduvieron con el aparato pero no encontraron nada y se fueron, creo yo que es al que le toca”, afirmó.
El profesor es originario de Congregación Rodríguez, Coahuila, de donde también son sus padres, que ya murieron y con quienes llegó a Monclova hace más de 50 años.
“Este terreno quiero decirle que había un desnivel de un metro, cuando hicieron el paso a desnivel con el licenciado Policarpo Cárdenas como presidente, traje 104 camiones de tierra y los echábamos aquí, mi esposa, mis hijos y yo emparejábamos todo con los azadones y ahora está un poquito más arriba de los demás terrenos, es un terreno muy antiguo”, finalizó.