La estigmatización del Ballet para el género masculino en México – Zócalo
La estigmatización del Ballet para el género masculino en México

. Foto: Especial

La estigmatización del Ballet para el género masculino en México

Grupo Zócalo
Zócalo | Monclova

hace 5 horas

< Regresar

Ciudad de México.- El ballet es uno de los tipos de danza con más antigüedad e historia, por lo tanto, lo convierte en uno de los más importantes y practicados alrededor del mundo. Ballerinas, lazos, moños, tutús, leotardos y el color rosa, es lo que la mente percibe al pensar en este baile. Y sin duda alguna, mujeres dando piruetas perfectas es otra de las percepciones, pero, ¿qué hay de los hombres?

México es conocido en parte de su historia por ser uno de los países con grandes niveles de machismo y estereotipos, por lo que pensar en hombres practicando ballet no es algo fácil de aceptar o de imaginar sin algún prejuicio de por medio. Aunque eso no es impedimento para su existencia, pues hay de hecho una historia entre el hombre y el ballet

Formando parte de las artes escénicas, el ballet es un tipo de danza que se basa en música clásica y actos preciosos que narran historias a través de los delicados y precisos movimientos realizados por los bailarines. Nació dentro de las cortes monárquicas de Europa. Y uno de las características con mayor relevancia, es el protagonismo de las mujeres en esta arte, altamente llamativas con sus perfectos peinados, faldas, vestuarios de lindos colores y belleza física.

Mientras tanto, en México, esta disciplina tiene su comienzo en el siglo XVIII, cuando la primera compañía de ballet fue formada gracias a José de Gálvez, dentro de la corte virreinal de aquellos años, empleándose como un tipo de baile de pareja. Los bailes eran bastante típicos y vistos en este tiempo, signo de elegancia y bien visto sin importar el género de quien lo practicase.

En la actualidad, con un gran salto en el tiempo y con estereotipos que nacen, incrementan y se ejercen cada día fuertemente contra la sociedad, el hablar de baile lleva a pensar rápida y principalmente en el género femenino, sobre todo al hablar de la danza clásica como el ballet. México no se define como el único país con el problema social de altos horrores y perpetraciones llamado “machismo” pero sí es definido dentro de aquellos que cuentan con los índices más altos en donde se produce este efecto negativo dentro de su sociedad, desde 1910 por ayuda de los revolucionarios.

Las nuevas generaciones han hecho su trabajo por cambiar tal estereotipo, aunque no ha sido nada fácil pues es enfrentar pensamientos que se han implementado desde nuestros antepasados con el nacimiento y alzamiento del patriarcado, en donde el hombre es la cabeza y alto mando de todos, fuerte, sin demostrar sentimientos, vestimentas y colores específicos que no “rebajen” su masculinidad. Por lo que pensar en un chico con vestimentas rosadas u de tonalidades pastel, realizando frágiles y delicados movimientos, un cuerpo estético sin necesidad de grandes músculos y que sus sueños estén direccionados hacia un escenario o una compañía de ballet, se siente como una blasfema a lo que se siente como la definición total de ser un hombre.

Citando las palabras del maestro Jasmany Hernández, se puede visibilizar esta estigmatización y las dificultades que contiene: “He tenido que explicar en reuniones lo que implica ser un bailarín clásico, pues la gente piensa que es fácil y que cualquiera puede hacerlo.

Las ideas retrógradas sobre la orientación sexual se han generado en la sociedad y en el ballet vienen porque el bailarín genera movimientos suaves que pueden rayar en amaneramientos, y claro, en una sociedad de hombres fuertes y toscos, inquieta que un varón se mueva así y que use mallas y zapatillas de ballet. Para mí, es maravillosa la diversidad, exploto al máximo las cualidades de los bailarines de cualquier orientación sexual, homosexuales y heterosexuales”.

Por lo mismo, son pocos los hombres que logran desarrollarse totalmente en este rubro, pues aparte de las exigencias físicas y aprendizaje que conlleva, deben lidiar con las faltas de respeto que les encierran en una ideología manchada por estereotipos asignados a cada género.

Esteban Hernández es alguien que goza de un buen camino como bailarín pero que, en sus palabras, esto es lo que ha lidiado. “Claro que he pensado en el retiro, es inevitable. Es una profesión difícil. Aún existe el prejuicio de que el ballet no es para los hombres, pero se debe en gran parte a la desinformación. Si la gente se tomara el tiempo de ir al ballet, de tomar una clase, platicar con un bailarín o simplemente leer algo en Internet, se daría cuenta del tremendo esfuerzo físico y mental que requiere la profesión, que para nada son entrenamientos suaves ni delicados”

La historia más grande de México, la lleva en alto el nombre de Isaac Hernández, el cual en el año 2018, recibió el premio con mayor importancia dentro del mundo de la danza; Premio Benois. Galardonado gracias a su camino en el ballet, poniendo en alto el nombre de su país y dejando de lado todo mal comentario. Son estos bailarines y todos los demás que ponen en práctica este arte, quienes dejan en claro que el ballet no es algo delicado y para minimizar que realice un hombre, pues requiere una alta exigencia mental, pasión por lo que se hace y mucha fuerza física, porque los bailarines de ballet son fuertes, talentosos e inspiradores.

En Instagram

En TikTok

En YouTube

En Facebook

Hola ! esta aplicación te va a solicitar otorgar acceso a datos generales con el fin de generar una experiencia gratuita.

Entendido !
Monclova.com

FREE
VIEW