Ciudad de México.- A fin de evitar más ataques a establecimientos que operaban como minicasinos en Sinaloa, la Fiscalía General de la República (FGR) y fuerzas militares aseguraron en Mazatlán alrededor de 150 máquinas tragamonedas, informaron autoridades estatales y navales.

Las “maquinitas” fueron detectadas en al menos 10 “jugadas”, como se les conoce a los locales con este tipo de actividades.

Elementos de las secretarías de Marina y Defensa Nacional, de la Guardia Nacional y ministeriales realizaron anoche los operativos en distintas zonas de Mazatlán, que dejaron el aseguramiento de 151 “maquinitas” y 10 domicilios y la captura de 11 personas en posesión de armas, droga y vehículos, detalló el Secretario de Seguridad de Sinaloa, Gerardo Mérida.

En las acciones participaron unos 200 elementos de varias corporaciones, lo que causó zozobra entre habitantes del puerto.

Para el Gobierno de Sinaloa las llamadas “jugadas” son centros de reunión de personas vinculadas a otros delitos, lo que provoca que sean atacados por grupos criminales antagónicos.

“Definitivamente quisiéramos que no existieran, que ni siquiera los abrieran, porque lo que se volvió un esparcimiento para pequeños ya se hizo para gente grande (…) hay otro tipo de ilícitos, se está ya coordinando con la autoridad para que actúe en consecuencia”, advirtió el pasado 28 de noviembre Leoncio Pedro García, subsecretario de Seguridad Pública de Sinaloa.

Entre el 26 y 29 de noviembre, al menos cuatro de estos minicasinos fueron atacados a balazos, en particular en Culiacán.

El viernes pasado, las autoridades detectaron en la capital sinaloense nueve minicasinos, de los cuales, seis fueron intervenidos con saldo de 36 “maquinitas” aseguradas.

Los minicasinos, dijeron autoridades navales a REFORMA, han sido instalados en talleres mecánicos, domicilios particulares o de fachada distinta como estéticas, vulcanizadoras o tienditas.

Añadieron que los minicasinos son controlados por el crimen organizado y dejan ganancias de hasta 20 mil pesos mensuales, por lo que los asegurados en Mazatlán dejaron ingresos al crimen por alrededor de 3 millones de pesos cada mes.