Si la Suprema Corte invalida parte de la reforma judicial, vendría el reto de hacerla cumplir
Ciudad de México.- Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalida parte de la reforma judicial, el ministro González Alcántara llama a que el Ejecutivo y el Legislativo lo acaten, mientras la ministra Esquivel considera que esos poderes no aceptarían una decisión desfavorable para ellos.
El ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá advierte que ya estamos en una crisis constitucional y que un hipotético desacato a la aprobación de su proyecto de sentencia, sobre la reforma judicial, no haría más que profundizarla.
Su anhelo, su expectativa, dice, es que este martes al iniciar la discusión de la reforma en el Pleno, la Suprema Corte de Justicia de la Nación logre los consensos mayoritarios y las consideraciones compartidas, para traer la paz social en un momento tan complicado para el país.
“El proyecto de la ponencia se hizo en el mejor ánimo para dialogar y deliberar con mis compañeras ministras y mis compañeros ministros. Cada vez que uno presenta un proyecto al análisis y estudio del Tribunal Pleno, lo hace confiando en que será analizado de buena fe”.
Pero señala que la eventual aprobación, en todos sus términos, sí tendría impacto en la reforma judicial ya en curso.
“Claro que habría un efecto para el proceso de renovación de los poderes judiciales federal y locales. Sobre todo, la elección de personas juezas y magistradas federales se eliminaría”.
El resto del proceso electoral extraordinario 2025 seguiría en curso para poder elegir, por voto popular, a las personas magistradas del Tribunal de Disciplina, de la Sala Superior y las Salas Regionales, así como a ministras y ministros.
‘No sería acatada’
La ministra Yasmín Esquivel Mossa prevé que no sería acatada por el Ejecutivo y el Legislativo una eventual invalidación de la reforma judicial.
Pero, además, estima que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no tendría la posibilidad de hacer cumplir una sentencia de esa naturaleza, dado que implica destituir y consignar a casi todos los integrantes de los otros dos Poderes de la Unión.