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Eutanasia, cuestión de necesidad, no de religión ni política

Acecha a la sociedad una serie de preguntas con respecto al derecho que tenemos de morir cuando un padecimiento se vuelve una pesadilla.

Fotos: Zócalo | Josué Cepeda
Grupo Zócalo
ZOCALO | MONCLOVA
01-26-2025
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Saltillo, Coah.- La eutanasia trae muchas preguntas sobre su práctica: ¿Debería legalizarse? ¿Los médicos están de acuerdo en aplicarla? ¿Hay pacientes que lo solicitan para terminar con el sufrimiento? ¿Los familiares están de acuerdo por humanidad? ¿Se tiene el derecho a una muerte digna?

El doctor Jorge Bernal Zamoraespecialista en Neurología y Medicina Interna, está a favor de que se legalice la eutanasia, un análisis que debe estar libre de posturas políticas y religiosas.

La decisión la deben de tomar médicos, un comité médico, asociaciones médicas, no debe involucrarse a la población civil ni política porque no tienen ni remota idea de eso, ven por otro tipo de intereses, no por el interés del paciente”, indicó, aseverando que incluso todo lo que se pueda decir en México sobre eutanasia es ficción y es especulación porque no está autorizada y, de hecho, ni siquiera muchos médicos, enfermeras, personal de la salud, saben de lo que se trata.

A veces, dice, a la eutanasia lo confunden con el suicidio asistido y esto genera un enfrentamiento con los prejuicios. La eutanasia debe ser analizada por quienes la aplicarían, pacientes y familiares, que también sufren, sin depender de encuestas porque luego se toman decisiones populistas, lo que es un error, sobre todo tratándose de la salud.

¿Qué le puedes preguntar a la gente si no tiene ni remota idea de lo que están diciendo? Para eso se encuentran comités y asociaciones de procesos médicos relacionados con cuidados paliativos, que a nivel mundial se han encargado de establecer los lineamientos que se requieren para llevar al paciente a un buen morir, si así lo desea, y no hay que interpretarlo de manera errónea”, comentó el especialista.

El sufrir del paciente

Por principio, debe aclararse que el suicidio asistido es cuando una persona solicita ayuda para quitarse la vida, sin ninguna causa o motivo.

Pero cuando alguien con cáncer terminal, que tiene dolores impresionantes, que ya gastó una fortuna, que su pronóstico de vida es cuatro a seis meses y te dice ‘ya no soporto esto, estoy postrado en cama, estoy sufriendo de dolores, está sufriendo mi familia, quiero terminar con esta agonía’, entonces, la eutanasia va a asistir al paciente a que tenga una muerte digna, como él quiere”, dijo Bernal Zamora.

En países como Holanda, BélgicaDinamarca y en varias partes de Estados Unidos, las personas pueden solicitar la eutanasia antes de entrar en un proceso de deterioro físico o mental irreversible, sin considerarse suicidio asistido.

En lo personal estoy a favor. Porque si tú le preguntas a los médicos que se encargan de cuidados paliativos, neurocirujanos, neurólogos, intensivistas, oncólogos, en lo que tú estás viendo el deterioro y te enfrentas a enfermedades que generan ese deterioro de forma dramática en el paciente y vives con el paciente el sufrimiento del dolor, la pérdida funcional, te das cuenta que es necesaria”.

Temor de Dios… y la ley

El sufrimiento de pacientes terminales es físico y emocional, pero en las encuestas sobre la eutanasia la gente opina desde el punto de vista legal y religioso, sin tomar en cuenta a los verdaderos involucrados.

Esa es una gran basura. Cuando la religión y el Gobierno se interponen en procesos meramente científicos, esto se arruina. La decisión se debe tomar por parte de los que sabemos este tipo de problemática”, arremetió el experto.

Además, considera que ni los diputados ni los senadores deben decidir sobre la eutanasia; deben dejar que lo decidan expertos en salud y legislar con base en ello, sin tomar en cuenta las encuestas porque luego terminan haciendo porquerías.

El aspecto religioso tampoco debe intervenir, aunque haya quienes opinen que el sufrimiento es parte del proceso para limpiar los pecados y pasar a una mejor vida.

¡Qué bonito! Porque todos somos hombres de fe, pero aquí, en esa situación no debe intervenir ni un Gobierno, ni un juez, ni un abogado, ni un religioso, ni Dios. Este es un problema entre el sufrimiento y al que le estás pidiendo el favor, que es un médico”.

Hay más de por medio

Aunque pueda sonar “feo”, refiere Bernal Zamora, la realidad es que hay padecimientos irreversibles, terriblemente dolorosos que se agravan al paso del tiempo, sin posibilidad de cura, y los costos son altísimos, cuando el esfuerzo médico pudiera centrarse en salvar otras personas y con mayor expectativa de vida.

Cuando es una necesidad y te lo piden, debería ya de haber una tranquilidad por parte del profesional y por parte del paciente, para que pueda llevar un proceso digno. ¿Por qué me vas a impedir que yo le diga a mi médico ‘sabe qué doctor, ya no quiero estar vivo, este problema me va a matar en dos meses, quiero terminar con mi sufrimiento ya?’”.

El problema es que la gente normal no ve los casos duros, lo que ves en la consulta, en las citas a domicilio de pacientes terminales, de cómo es su sufrimiento, llagados, supurando, la herida no se cierra, las quimio y analgésicos ya no funcionan”, concluye.

El derecho de los ‘lomitos’

La médica y tanatóloga Claudia Martínez Vázquez Mellado se cuestiona por qué es válida la eutanasia aplicada en mascotas y se prohíbe el derecho humano a tener una muerte digna y sin dolor, que evite mayor sufrimiento.

¿Por qué podemos llevar a nuestros animalitos que están sufriendo, que están enfermos, a que les practiquen eutanasia? Nos duele, estamos tristes, pero estamos conformes porque entendemos que no es justo que el animal esté sufriendo, y ¿por qué no puedo entender que es lo mismo con un ser humano?”, lamentó.

Por humanidad, señala, debe aprobarse la eutanasia en el país, para evitar el sufrimiento a los pacientes en estado crítico y como último recurso, cuando se agotaron todos los medios clínicos.

Es el derecho del paciente de decir ‘ya hice todo lo posible, ya se hizo absolutamente todo y no puedo más. Entonces decido terminar’. No sé cuántos hayan hecho este ejercicio de realmente pensar que es a mí a quien me está pasando, que soy yo la que tengo ese dolor insoportable, día-noche, 24/7, que no me lo quita nada o que no me puedo mover ni hacer nada”.

Se trata, asegura, de un tema muy ríspido porque en el derecho a morir dignamente interfieren valores, antivalores, creencias, aprendizajes y vivencias, pero la realidad indica que la eutanasia es una necesidad para algunos pacientes.

La eutanasia es el bien morir, el buen morir, en dignidad, sin dolores, sin síntomas fuera de lo aceptable y que el paciente pueda en un momento dado decidir cuándo terminar con su vida”.

Sufrir para morir

En Saltillo, pacientes del IMSS que padecen de dolores intensos son remitidos a lo que llaman Clínica del Dolor en Monterrey, con citas cada tres o cuatro meses, porque el servicio está saturado.

Son meses de estar sufriendo sin poder dormir, hay dolores que son verdaderamente intolerables; hay situaciones en las cuales el paciente, aún con medicamentos esteroideos, con medicamentos muy potentes, con cocteles, con todo y eso, aún cuando están sedados tienen dolor”.

La tanatóloga reiteró que los servicios sociales y sanitarios están rebasados, pues no tienen capacidad para atender estos pacientes; no hay ni recursos económicos a veces de la familia como para prestar estos servicios, no hay médicos, no hay aparatos, no hay medicamentos.

Añade que aumenta la población de personas adultas mayores y la expectativa de vida, con lo cual se incrementarán los casos de enfermedades crónico-degenerativas, en tanto que los servicios de salud pública ya están rebasados, faltan medicamentos y especialistas en tratamiento del dolor.

En algunos pacientes, se aplica la ortotanasia:

Es decir, dejar que la enfermedad evolucione y llegue a su término natural.

Ello, con la prestación de cuidados paliativos, cuando los tratamientos ya no son eficaces, para controlar los síntomas, principalmente el dolor.

Sólo se brindan cuidados básicos como la hidratación y la oxigenación en la fase final.

Dolor sinigual

A diario, el personal médico se enfrenta a enfermedades crónico-degenerativas progresivas e incurables:

Los pacientes son conscientes de su realidad y algunos desean poner fin a su vida.

El tanatólogo lo que hace es acompañamiento a todas las personas que estén en situación de pérdida de cualquier tipo, en este caso, hablando de pérdida de la salud, autonomía, calidad de vida.

Muerte en vida

En padecimientos graves, la calidad de vida es nula, el dolor es cruel e inhumano:

El personal médico sabe cuando un paciente no sobrevivirá largo tiempo, el dolor no cede y sigue el encarnizamiento terapéutico, es decir, brindar tratamientos sin ningún sentido porque no hay cura.

Hay condiciones de salud que se agravan, pese a todo esfuerzo médico; los pacientes pierden movilidad, ni siquiera pueden tragar, sólo mueven los ojos y están conscientes.

Hay quienes tienen familiares que cuidan de ellos, pero otros no.

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