Los enfrentamientos entre soldados y milicianos yihadistas son los más violentos desde 2020 en esta zona de Siria
Ciudad de México.- Los yihadistas y sus aliados, cuya fulgurante ofensiva contra el régimen en el noroeste de Siria ya dejó más de 250 muertos, llegaron y tomaron este viernes a las puertas de Alepo, la segunda ciudad del país, informó una oenegé. Cerca de 50 localidades fueron conquistadas por los yihadistas desde el miércoles, afirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido, pero que dispone de una amplia red de informantes en el terreno.
Los enfrentamientos entre soldados y milicianos yihadistas son los más violentos desde 2020 en esta zona de Siria, donde la provincia de Alepo, en gran parte en manos del régimen de Bashar al-Asad, limita con el último gran bastión rebelde y yihadista de Idlib. El OSDH reportó 255 personas muertas en estos incidentes, la mayoría combatientes de ambos bandos pero también civiles.
Al menos 24 civiles murieron el viernes, incluido 19 en bombardeos de la aviación rusa en zonas rebeldes, agregó. Un representante de seguridad indicó que el ejército sirio envió “refuerzos” a Alepo y aseguró que los atacantes aún no lograron llegar “a los límites de la ciudad”. Pero el OSDH indicó que la formación yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y facciones aliadas, algunas cercanas a Turquía, llegaron el viernes a las puertas de la ciudad.
Durante la guerra civil que estalló en 2011, las fuerzas del régimen, respaldadas por la aviación rusa, reconquistaron la parte oriental de Alepo en 2016, tras devastadores bombardeos.
“Por primera vez desde hace cerca de cinco años, escuchamos cohetes y artillería todo el tiempo, y a veces aviones”, contó Sarmad, un hombre de 51 años. “Tenemos miedo de que se repita el escenario de la guerra, y que nos veamos obligados a huir”, añadió.
Un corresponsal de la agencia AFP en el bando rebelde informó de intensos combates en los alrededores de la gran ciudad del norte de Siria. También dijo haber visto a los atacantes en una localidad a siete kilómetros de Alepo, avanzando con vehículos blindados. Los yihadistas bombardearon Alepo por primera vez en cuatro años. Los ataques alcanzaron el campus universitario, donde murieron cuatro civiles, según la agencia oficial Sana.
“Los proyectiles de artillería tuvieron como objetivo una residencia universitaria”, lo que “sembró el pánico”, indicó el OSDH. “Es extraño ver a las fuerzas del régimen recibir tales golpes a pesar del apoyo aéreo ruso (…) ¿Dependían las fuerzas del régimen de Hezbolá, que actualmente está ocupado en Líbano?”, se preguntó Rami Abdel Rahman, director del organismo.
La guerra entre Israel y el movimiento islamista libanés, aliado de Damasco, desembocó esta semana en un alto el fuego. Un general de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, murió en los combates del jueves, informó una agencia de noticias iraní. Irán es otro aliado incondicional de Siria, país en el que Teherán se ha implicado militarmente, enviando asesores a petición de las autoridades locales para apoyar al presidente Asad durante la guerra civil.
El grupo HTS, antigua rama siria de la red Al Qaida, controla el último bastión rebelde del país, en el noroeste, incluyendo gran parte de Idlib y algunas zonas de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia. El jefe del autoproclamado “gobierno” de Idlib, Mohammad al Bashir, justificó el jueves la ofensiva afirmando que el régimen había “comenzado a bombardear zonas civiles, lo que ha provocado el éxodo de decenas de miles de civiles”.