Todo comenzó con un memorando de la Casa Blanca publicado el lunes por la noche, en el que se pide a los departamentos y agencias federales que congelen algunos gastos de “asistencia” para revisarlos y asegurarse de que estén conformes con las “prioridades del presidente”.
Tras una jornada confusa durante el martes en Estados Unidos, un juez federal suspendió la decisión del presidente Donald Trump de congelar varios miles de millones de dólares de ayudas públicas, una medida que pone en riesgo el acceso a la cobertura médica de muchos ciudadanos de bajos ingresos.
Todo comenzó con un memorando de la Casa Blanca publicado el lunes por la noche, en el que se pide a los departamentos y agencias federales que congelen algunos gastos de “asistencia” para revisarlos y asegurarse de que estén conformes con las “prioridades del presidente”.
La orden de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, una semana después de la asunción de Trump, amenazaba con frenar el desembolso de cientos de miles de millones de dólares en fondos para:
En principio se trataba de gastos vinculados a programas de asistencia y actividades de apoyo desde el Estado, para las cuales cada agencia debe realizar un “análisis completo”.
“Esta pausa temporal dará tiempo a la administración para revisar programas y determinar el mejor uso de fondos para las iniciativas que sean consistentes con la ley y las prioridades del presidente”, señalaba el documento.
Se trata de “una medida muy responsable”, sostuvo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, a reporteros en Washington.
El juez federal de la capital que atendió el caso ordenó en la tarde del martes la suspensión inmediata, hasta el próximo lunes 3 de febrero, del decreto. Fiscales generales de 23 estados también anunciaron que impugnarán la orden del Ejecutivo.
Entre los programas afectados están los vinculados a la transición energética y los previstos para zonas afectadas por catástrofes naturales. La decisión sigue a una similar que también congeló partidas de ayuda exterior.
La medida no afecta los fondos que llegan a los estadounidenses a través del sistema de seguro médico para los jubilados Medicare, por ejemplo.
Varias ONG y grupos empresariales presentaron una querella el martes contra la Oficina de Presupuesto del Gobierno para intentar bloquear la orden de Trump. La fiscal general del estado de Míchigan, Dana Nessel, abrió una investigación para “proteger estos programas y reactivar servicios vitales”.
Trump ganó las elecciones con promesas de desmantelar amplios sectores del Gobierno con el fin de recortar gasto público. Dejó claro que pretende revisar todos los programas federales en función de sus objetivos políticos.
El memo, publicado la noche del lunes, señala la voluntad del Gobierno de “eliminar el peso financiero de la inflación sobre los ciudadanos, terminar con las políticas ‘woke’ (progresistas) y la instrumentalización del Estado”.
El dato: en 2024, sobre un total de casi 10 billones de dólares de gastos federales, 3 billones estaban ligados a:
Así lo explicó el director interino de la Oficina de Presupuesto (OMB), Matthew Vaeth. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un órgano no partidario, estimó en 6.75 billones de dólares el presupuesto del Estado federal en 2024.
El secretario de Estado, Marco Rubio, precisó en una nota que habría excepciones de congelamiento del gasto para la “ayuda humanitaria” y ayudas alimentarias de urgencia. También lo están las ayudas militares a Egipto e Israel.
La ayuda humanitaria está definida como “los medicamentos esenciales para sobrevivir, los servicios médicos, la alimentación, refugios y ayudas a la subsistencia”, escribió Rubio.
También el martes, Trump ofreció a los empleados federales la oportunidad de dejar sus empleos a cambio de ocho meses de indemnización.
La oferta, que llegó al correo electrónico de 2 millones de empleados federales, fue elogiada por el magnate Elon Musk en su papel de administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca.