Nueva York.- Por temor a que Arturo Beltrán Leyva lo asesinara, el narcotraficante colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega, “El Conejo“, huyó de México con ayuda de policías, quienes incluso le cargaron las maletas y lo llevaron hasta el avión sin pasar filtros de seguridad ni control migratorio.

Así lo declaró durante su testimonio en la Corte del Distrito Este de Nueva York, como parte del juicio que se sigue contra el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna.

El Conejo aseguró que comenzó a traficar cocaína de forma independiente, provocando que Beltrán Leyva quisiera matarlo. Después conoció a Jesús “El Rey” Zambada y acordó con éste traficar cocaína desde Colombia para el Cártel de Sinaloa.

Por miedo a ser asesinado, pidió a “El Rey” Zambada ayuda para salir de México e irse a Colombia. El narcotraficante narró que Zambada lo llevó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y lo “encargó” a policías que le cargaron las maletas y lo llevaron al avión pasándolo por puertas especiales.

Sin ligar aún su testimonio con eventos que tuvieran que ver con García Luna, “El Conejo” acordó con “El Mayo” viajar a Colombia para coordinar cargamentos desde ese país sudamericano.

“El Rey Zambada me dejó con unos agentes en el aeropuerto los cuales me dejaron en la puerta del avión sin pasar por migración, una belleza”, dijo el Conejo provocando las risas del auditorio.

Al ser interrogado por la defensa, Poveda Ortega —quien fue detenido en noviembre de 2010 en la CDMX—, comentó que regresó a territorio mexicano, buscó a Arturo Beltrán Leyva y pactó que también traficaría cocaína para él. La relación entre ambos se volvió de “cariño” e incluso le decía “tío”.

Según su testimonio, la relación que llegó a tener con Beltrán era como de padre e hijo. En esos años “El Chapo”, “El Mayo” y los Beltrán Leyva tenían una relación “maravillosa”, afirmó.

“El Conejo” aceptó ante el juez Brian Cogan haber traficado un millón de kilogramos de cocaína a Estados Unidos.

Explicó que para traficar grandes cantidades del enervante a través de México, se hacían colectas entre varios miembros de los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva para adquirir cargamentos de varias toneladas.

Su rol, añadió, era intermediar entre los grandes traficantes colombianos y los grandes traficantes mexicanos para llevar droga a Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Atlanta, EU.