Toluca.- A la Selección Mexicana sí le corrió la sangre y por ello consumó una contundente remontada que la tiene en el Final Four de la Concacaf Nations League y en la Copa Oro 2025.

México goleó 4-0 a Honduras (4-2 global) con base en el temperamento y la paciencia, porque el juego tuvo momentos más bravos de lo que parece a simple vista.

A pesar de que el travesaño impidió el gol de Edson Álvarez al minuto y medio, de que los catrachos perdían tiempo reiteradamente, de fallas claras como el cabezazo de César Montes, el tiro que Luis Romo estrelló en la humanidad de Raúl o la grotesca definición de Jorge Sánchez ya sin portero, el Tricolor escribió una historia positiva y por eso se citará con Canadá en Semifinales.

La paciencia para no desesperarse fue clave. 

El primer gol cayó al 42', tras un gran centro del zaguero Jesús Orozco y un mejor remate de Raúl Jiménez.

En el complemento, el lateral hondureño Edwin Rodríguez desperdició un ataque tres contra uno. Acto seguido, al 72', Henry Martín empató el global luego de un balón peinado por parte de Raúl.

El Nemesio Diez era un hervidero. El grueso de los 26 mil 900 aficionados hizo sentir a los hondureños que estaban muy lejos de casa. 

Al 85', Jorge Sánchez se reivindicó al matar el balón con el pecho, a pase de Alexis Vega, y enloquecer a los asistentes, a algunos de manera literal porque lanzaron objetos a la cancha y tuvieron que ser tranquilizados por Javier Aguirre y Memo Ochoa, quienes se perdieron los festejos.

Honduras ahora era el de la prisa. Luis Malagón les dio una cucharada de su propia medicina y luego empujó a Rubilio Castillo, lo que desató una bronca. El hondureño quería pelea incluso ya finalizado el juego.

Claro, minutos antes, Henry puso la cereza al pastel en la ejecución de un penal, al 90'+7', el cuarto gol de una noche en la que México por fin dio de qué hablar por los motivos correctos, en los que le bastó el futbol para vengar las afrentas del juego de ida y sin hemorragias de por medio.