Con un par de goles de Rodrigo Aguirre, las Águilas encontraron la fórmula para vencer al Toluca en la Ida de los Cuartos de Final
Ciudad de México.- Cuando el América salió a la cancha del estadio de la Ciudad de los Deportes con su cuestionada línea de cinco zagueros, el descontento entre la afición azulcrema era evidente, y el desarrollo del encuentro de ida por los cuartos de final le daba completamente la razón.
Sin embargo, André Jardine tenía un plan... Y le salió.
Sin Henry Martín ni Diego Valdés, las Águilas pegaron primero y se llevaron (2-0) el capítulo inicial de la serie de cuartos de final en contra del Toluca.
Sorpresivo resultado, como sorpresiva fue la postura de los Diablos Rojos en la prestada casa del bicampeón, que gozó con el desempeño de un equipo que halló su mejor versión en el momento indicado.
Los sublíderes en la fase regular mostraron poca ambición ante unos azulcrema que lucían defensivos en su hogar.
Con dos goles invalidados por fuera de juego, el América avisaba que sus llegadas eran pocas, pero podrían ser letales, y en el segundo tiempo se cristalizó la idea del técnico brasileño.
Con Alejandro Zendejas, Álvaro Fidalgo, Brian Rodríguez y Rodrigo Aguirre en el ataque, los de Coapa dañaron considerablemente a unos irreconocibles escarlatas.
Y fue precisamente el atacante uruguayo, el Búfalo, quien firmó su doblete (67’ y 82’) para sellar un triunfo que no es definitivo, pero sí cómodo para ir el sábado al Infierno mexiquense y tratar de regresar con el boleto a las semifinales.
Aguirre, con dos soberbias anotaciones, confirmó que vive un momento de ensueño en El Nido y que aún sin Henry puede ser quien tome las riendas de la ofensiva azulcrema justo cuando más importa, durante la fase final.
El América y Jardine sorprendieron en la capital y, aunque la historia todavía tiene un segundo y más complicado capítulo, la ilusión de alcanzar el tricampeonato ha cobrado fuerza, cuando el panorama parecía oscurecerse para el todavía rey del futbol mexicano.
Sí, el América está más vivo que nunca... Y asusta.