Los socorristas insistieron en trasladarlo al hospital, el hombre rechazó la ayuda, argumentando que “más le valía llegar temprano para no tener problemas con su mujer”, demostrando que a veces el verdadero peligro no está en la calle, sino en la sala de la casa.
Monclova, Coah.- Lo que parecía una tranquila pedaleada de regreso a casa terminó en un vergonzoso accidente nocturno para Juan César Alvarado, vecino de la colonia Sierrita, quien a sus 58 años comprobó que el pavimento no perdona.
Los hechos ocurrieron cerca de las 23:00 horas del miércoles, en el cruce de las calles Tarahumara y Lázaro Cárdenas, en la colonia Petrolera, cuando el ciclista, con unas copas de más y de regreso de la parranda, no logró esquivar una alcantarilla sumida. La rueda delantera se atoró y él salió disparado, dando un aparatoso “beso contra el suelo”.
Vecinos, alarmados por el golpe, llamaron a la Cruz Roja Mexicana, cuyos paramédicos llegaron de inmediato para revisarlo. Juan César presentaba visibles raspaduras en el rostro, pero su mayor preocupación no era el dolor, sino llegar a casa.
Aunque los socorristas insistieron en trasladarlo al hospital, el hombre rechazó la ayuda, argumentando que “más le valía llegar temprano para no tener problemas con su mujer”, demostrando que a veces el verdadero peligro no está en la calle, sino en la sala de la casa.