El calor sofocante al interior del edificio no solo afecta la comodidad, sino que se ha convertido en un obstáculo para la recuperación de los pacientes.
Monclova, Coah.- La falta de aire acondicionado en las instalaciones de la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha detonado una ola de inconformidad entre familiares de pacientes, quienes la tarde de ayer se manifestaron a las afueras del nosocomio para exigir soluciones inmediatas a las precarias condiciones en las que se encuentra el hospital.
El calor sofocante al interior del edificio no solo afecta la comodidad, sino que se ha convertido en un obstáculo para la recuperación de los pacientes.
Una de las voces que alzó su preocupación fue la de la señora Clara González, quien en entrevista con Periódico Zócalo compartió el drama que vive su familia desde hace más de 15 días.
Su padre, un adulto mayor con diabetes tipo 2, permanece internado en el tercer piso, bloque B, debido a una herida en el pie que se ha complicado con el paso de los días. A pesar de recibir curaciones diarias, la mejoría ha sido mínima. Clara atribuye gran parte del problema a las condiciones climáticas dentro del hospital, donde el calor y la humedad son insoportables.
“Es un infierno el tercer piso, así lo describen todos. Hay humedad acumulada, calor que no se disipa, y no hay extractores. En lugar de mejorar, la salud de mi padre se ha deteriorado”, expresó con indignación.
Según relata, la falta de aire acondicionado no solo ha afectado a los pacientes, sino también al personal médico y de enfermería, quienes, en un intento por resistir las altas temperaturas durante sus turnos, han tenido que llevar abanicos personales.
“No es culpa de los médicos ni enfermeros, ellos también están sufriendo. Esto es un problema de administración, de omisiones graves que están poniendo en riesgo vidas”, denunció.
En el mismo tono, Clara aseguró que varios pacientes de salas aledañas han optado por darse de alta voluntaria, considerando que es más saludable estar en casa que permanecer en el hospital bajo estas condiciones.
“No es posible que en pleno verano tengamos que soportar esto. Si afuera hace 40 grados, adentro parece que estamos a más. No hay ventilación, no hay aire. Mi papá no mejora porque el ambiente en el que está es insalubre”, añadió doña Clara.
La manifestación de ayer no fue la primera, pero sí una de las más contundentes. Familiares portaban carteles y exigían la intervención de autoridades estatales y federales de salud.
La exigencia es clara: atención urgente a la infraestructura del hospital y condiciones dignas para pacientes y personal.
Mientras tanto, el tercer piso de la Clínica 7 sigue funcionando bajo condiciones extremas, con enfermos vulnerables enfrentando no solo sus dolencias, sino también el castigo de un calor implacable que, según sus familiares, agrava su sufrimiento.