En un relato que parece sacado de una película de supervivencia, Juan Antonio Pérez Martínez, un candelillero de 39 años, compartió su experiencia aterradora tras estar perdido durante tres días en las áridas inmediaciones de un despoblado del cañón “El infierno” en Cuatro Ciénegas.
Cuatro Ciénegas, Coah.- En un relato que parece sacado de una película de supervivencia, Juan Antonio Pérez Martínez, un candelillero de 39 años, compartió su experiencia aterradora tras estar perdido durante tres días en las áridas inmediaciones de un despoblado del cañón “El infierno” en Cuatro Ciénegas.
El sábado pasado, Juan Antonio se encontraba con un grupo de al menos ocho personas recolectando candelilla, todo comenzó cuando decidieron buscar una manguera en un rancho cercano para realizar el proceso de quemado, sin embargo, el camino que eligieron los llevó a perderse.
“Un primo mío dijo vamos a sacar brecha y tomamos una vereda más cercana por un cañón”, recordó Juan Antonio, mientras sus compañeros se regresaban, él decidió aventurarse más lejos, sin imaginar que esa decisión cambiaría su fin de semana.
“Con la caída de la noche y sin agua, la situación comenzó a complicarse; llegué a un bebedero y no había agua, me levanté en la madrugada con sed y empecé a caminar”, narró.
Su búsqueda lo llevó a encontrar una palma donde encendió humo con la esperanza de ser visto, pero el silencio del desierto lo envolvió, en su camino, descubrió un rancho abandonado donde tampoco halló ayuda.
La desesperación creció conforme pasaban las horas y los días. “Ya iban dos días de estar perdido; para el tercer día estaba sin fuerzas para caminar, ni agua ni comida”, confesó Juan Antonio; sin embargo, la imagen de su familia fue su motor para seguir adelante: “Pensaba en mis hijos, mi esposa y mi madre; ellos me mantuvieron con vida”, relató con una voz de emoción.
A medida que se acercaba al cuarto día, la angustia aumentaba, “escuché gritos que me hicieron pensar que ya me estaba imaginando cosas”, dijo.