Con misas y anécdotas, los familiares recuerdan a sus seres queridos que perdieron la vida la noche del 9 de septiembre de 2007.
Nadadores, Coah.- Hace exactamente 18 años, la tarde-noche del 9 de septiembre de 2007, la carretera federal 30 se convirtió en escenario de una de las tragedias por transporte de materiales peligrosos más graves en la historia: un tractocamión que portaba toneladas de nitrato de amonio chocó, se incendió y detonó, arrasando vehículos, viviendas y vidas, fueron 28 las que revelaron las cifras preliminares, pero luego perecieron otras personas de los más de 250 lesionados.
Este 9 de septiembre de 2025 la comunidad, las víctimas y las instituciones convocan la memoria para exigir verdad, responsabilidades y medidas duraderas de prevención.
Qué ocurrió (resumen y cifras)
Los reportes de la época y la investigación oficial coinciden en la mecánica esencial: un tráiler que trasladaba alrededor de 22–25 toneladas de nitrato de amonio sufrió un choque con otro vehículo en el kilómetro 37+300 de la carretera Monclova–San Pedro/ San Ignacio (tramo conocido como Celemania). Tras el impacto se inició un incendio y, minutos después, se produjo la explosión que dejó un cráter de grandes proporciones y daños severos en un radio amplio. La hora aproximada del accidente —según la recomendación de la CNDH— fue cerca de las 7:45 de la fatídica noche.
Las cifras sobre víctimas han variado entre fuentes: la CNDH documentó oficialmente decenas de muertes y cientos de lesionados en su recomendación sobre el caso; algunos medios internacionales y agencias de prensa consignaron conteos preliminares que elevaron el saldo hasta más de 30 víctimas mortales y varios centenares de heridos.
Esta variación responde a la dificultad para identificar cuerpos en la escena, la evolución de los rescates y las distintas actualizaciones de conteos en las horas posteriores.
Víctimas y testimonios
Entre las víctimas se contaron habitantes locales, automovilistas y periodistas que acudieron a cubrir el siniestro; organizaciones internacionales de prensa consignaron la muerte de reporteros que llegaron al lugar, un hecho que encendió debates sobre seguridad de la prensa ante emergencias. Las familias de los fallecidos y los sobrevivientes han reclamado desde entonces mayor claridad en las investigaciones y medidas de reparación.
Investigación, la CNDH y responsabilidades
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 57/2008, donde documentó omisiones en la supervisión y protección de la población frente al transporte de materiales peligrosos y planteó la necesidad de investigar y sancionar responsabilidades administrativas y, en su caso, penales.
La Sedena, entre otras instancias aceptó dicha recomendación, lo que obligó a iniciar acciones de seguimiento institucional. Aun así, víctimas y colectivos han denunciado que la respuesta estatal fue tardía e insuficiente en algunos rubros.
Cambios normativos y lecciones regulatorias
La tragedia de Celemania integró el debate público sobre el transporte de mercancías peligrosas. En años posteriores se trabajó en actualizar normas oficiales y procedimientos de supervisión: por ejemplo, la NOM-002 y documentos relacionados fueron revisados y reemplazados por nuevas versiones más recientes.
Estas modificaciones buscan reforzar identificación, embalaje, rutas, límites de carga y protocolos de respuesta; sin embargo, expertos insisten en que la normativa debe ir acompañada de inspección efectiva, capacitación y cultura de prevención local, misma que hasta la fecha no es aplicada al cien por ciento por los que transitan aun por estos parajes repletos de casas habitación exponiendo al mismo riesgo a los pobladores.
Memoria, monumentos y la demanda de verdad
En Celemania y en municipios cercanos existen memoriales y prácticas conmemorativas: veladas, misa y encuentros en el obelisco o plaza donde se recuerdan los nombres de las víctimas. Cada aniversario revive el reclamo de familiares por verdad plena, reparación integral y garantías de no repetición.
Organizaciones de periodistas y colectivos locales han mantenido viva la exigencia de una investigación completa sobre cadenas de responsabilidad, desde la empresa expedidora de la carga hasta las autoridades que debían verificar su traslado, y sobre por qué la escena quedó accesible a civiles y prensa antes de su aseguramiento.
Nitrato de amonio, ¿por qué fue tan destructivo?
Es un oxidante ampliamente usado en la industria, especialmente en la minería y en fertilizantes y en combinación con combustibles puede formar una mezcla altamente detonante (ANFO).
No es “explosivo” en el sentido de que detona por sí solo en condiciones normales, pero bajo fuego intenso, confinamiento, contaminación con hidrocarburos o un choque severo puede transformarse en una carga con poder destructivo elevado; esa combinación de masa, fuego abierto y presencia de vehículos y personas cerca de la escena explica la magnitud del desastre en Celemania.