Ni embajada, ni obsesiones por algún otro cargo de elección popular
Ni embajada, ni obsesiones por algún otro cargo de elección popular. A dos semanas y días de entregar el cargo, Miguel Ángel Riquelme se muestra satisfecho por terminar le sexenio sin el descrédito que vivieron sus pocos de sus colegas, que luego de entregar el Estado al oficialismo, se refugiaron en una representación diplomática.
En la recta final del sexenio, asegura, está preparado para dejar de ser, de ahí que si hay o no condiciones para ir por algún cargo público, la Senaduría, por ejemplo, bienvenido, pero de lo contrario tampoco lo mueve la obsesión… finalmente, aseguró, se trata de ayudar a Coahuila, al país y al próximo gobierno estatal.
Y sobre la embajada… “no he recibido llamada, y eso que le puse saldo a mi celular”, bromeó.
EL PRI, CON VIDA
Por cierto, Riquelme dice que a su partido, el PRI, a cargo de Alejandro Moreno Cárdenas, en el plano nacional, se le mueve la patita y el resultado de la última elección en Coahuila, cuando fue en alianza con el PAN y el PRD, es prueba de ello.
A su ver, el tricolor volverá a resurgir y hasta regresará a la Presidencia de México… los dichos tal vez parezcan utópicos y hasta descabellados, pero queda la experiencia de cuando el gobernador habla y pronostica… siempre se cumple.
Al tiempo, dice Riquelme; y le apuesta a cuando la gente se dé cuenta de que el Gobierno Federal lleva al país al precipicio; las finanzas no aguantan más allá de este proceso electoral y se acabaron las reservas y fideicomisos.
ENTREGA-RECEPCIÓN
Y en esos 17 días que restan al Gobierno, todavía hay mucho por hacer en el proceso entrega-recepción. Por ejemplo, lo relacionado con los trámites legales de los cambios de firmas para la adquisición de insumos prioritarios y todavía antes del día 30 de noviembre el gobernador Riquelme tiene proyectado el anuncio de una nueva inversión, para cerrar con broche de oro su administración.
Recordó que en 11 meses se concluyó con 67 anuncios de inversión.
PISO PAREJO
Se empiezan a desvelar las reglas para ir a la contienda por la Rectoría de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Los adelantados, si tanto quieren llegar a la Rectoría, deberán dejar el cargo a más tardar en enero, para estar en condiciones de ir a la contienda interna.
¿Cuántos dirán que era broma, aquello de manifestar interés por el cargo?
Habrá qué estar atentos al desenvolvimiento del tesorero universitario, Jorge Alanís Canales; el director de la Facultad de Jurisprudencia, Alfonso Yáñez; el secretario general de la máxima casa de estudios, Víctor Manuel Sánchez, o el coordinador de Vinculación, Octavio Pimentel, entre otros.
LO INCREPAN
Como cuando estás en la comida, y de pronto llega un sujeto pasado de copas a increpar, con incoherencias… el desaguisado le pasó al cirujano Roberto Bernal Gómez, durante una comida en El Cherokee de Saltillo. Justo cuando estaba en el mejor momento de la reunión, compartiendo con amigos y colaboradores, se aproximó a la mesa un sujeto identificado como Sergio de la Torre Servín de la Mora, para reclamarle, hasta donde se pudo entender dado la avanzada situación de embriaguez, algo sobre la aplicación de las vacunas anti Covid-19.
Servín de la Mora es integrante de Morena, de la tribu que lidera Reyes Flores Hurtado. Cuando el ex panista fue delegado de la Secretaría del Bienestar, Servín ahí cobró como funcionario y después se acomodó en el Senado de la República, en una de las incursiones de Flores, como suplente de Armando Guadiana.
Nada extraordinario, salvo el bochornoso momento.
¡QUÉ OSO!
Por cierto, lo ocurrido en el restaurante del bulevar Luis Donaldo Colosio da a entender dos cosas: o confirma que más allá del grado alcohólico, la embriaguez política y de supuesto poder tiene mareados a no pocos morenistas, o los integrantes del partido guinda presienten cómo les irá de mal en la próxima contienda en Coahuila, con la elección de alcaldes, diputados federales y senadores, y por eso empiezan a manifestar signos de desesperación.
En cualquiera de los dos casos… ¡qué oso!
CON HONORES
Falleció el comandante de la Policía del Estado en Coahuila, José Sotero Garibay Hernández. El Lobo Garibay, como lo recuerdan sus compañeros, tenía 71 años y no sobrevivió a una cirugía a la que se sometió la víspera por la tarde, para atenderse de un padecimiento cardiovascular.
Hace días, durante la ceremonia en la que el gobernador Riquelme reconoció el desempeño de policías estatales por actos de heroísmo, entrega y compromiso, y valentía, como la defensa del territorio estatal ante intentos de irrupción del crimen organizado, José Sotero habló en representación de sus compañeros, quienes lo despedirán este martes, luego de 30 años de servicio.