Con la detención del arquitecto de origen jaliciense, pero avecindado desde hace más de 20 años en Coahuila,Domitilo Barragán Álvarez
Con la detención del arquitecto de origen jaliciense, pero avecindado desde hace más de 20 años en Coahuila,Domitilo Barragán Álvarez, implicado en el fraude por la construcción y operación de la Estela de Luz, los reflectores apuntaron hacia otro coahuilense, Rosendo Villarreal Dávila (81 años).
El detenido llegó a Petróleos Mexicanos cuando el ahora empresario de la industria del vino se desempeñó como director general de Administración, entre los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón.
El vínculo Rosendo-Domitilo tiene orígenes desde que el primero fue alcalde de Saltillo, el primero no priísta en la historia de la capital del estado. El ahora preso estuvo en la Dirección de Obras Públicas y, más tarde, con Isidro López Villarreal, el tercero del clan López en hacerse de la alcaldía (el segundo fue su hermano Manuel), fue incorporado al Consejo Municipal de Desarrollo Urbano.
OTROS CARGOS
No todo fue nubarrones en la trayectoria de Domitilo Barragán Álvarez, originario de Laureles, Jalisco.
En algún momento la Universidad Autónoma de Coahuila lo nombró “maestro distinguido” de la
facultad de Arquitectura en el campus Saltillo, donde tuvo sus ‘pinimos’ en 1977. También fue maestro de Diseño y Construcción en la Universidad Autónoma del Oeste, en 1985; gerente en la Cámara Mexicana de la Industria de Construcción y más adelante director jurídico de de III Servicios, empresa subsidiaria de Pemex, precisamente punto clave en el fraude de la Estela de Luz de la Ciudad de México.
BOTÓN DE MUESTRA
El gobernador Miguel Ángel Riquelme anduvo este miércoles en Acuña y aprovechó para señalar que los logros en este municipio fronterizo son ejemplo de lo que se pudo conseguir en el sexenio, en el trabajo coordinado entre la administración estatal y el Ayuntamiento, sin tomar en cuenta la bandera partidista con la que llegaron al cargo.
Reconoció al alcalde Emilio de Hoyos Montemayor, del partido estatal Unidad Democrática de Coahuila, por la coordinación que permitió a los acuñenses tener una mejor ciudad. Emilio le entró a trabajar con el Gobierno del Estado y el recurso alcanzó para mejorar los servicios básicos, imagen urbana y, sobre todo, la seguridad.
Los logros no son asunto menor, sobre todo si se considera que hubo alcaldes de ‘oposición’ a los que se les puso en charola de plata la posibilidad de transformar su municipio, y no más no quisieron.
AL MARGEN
Para apaciguar los ánimos y las versiones de quienes lo ven como candidato, el gobernador Miguel Ángel Riquelme aclaró que no tiene aspiraciones políticas y su pendiente está en cerrar con éxito la administración estatal y dejar un gobierno fuerte para que el gobernador electo, Manolo Jiménez, no arranque el 1 de diciembre en ceros.
Aclaró que se mantendrá al tanto de lo que pase y deje de pasar en el Estado, pero sin entrometerse.
Y sobre la segunda embestida consecutiva desde La Mañanera de Palacio Nacional, por la controversia constitucional que el gobierno de Coahuila ganó en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para frenar la distribución de los libros de texto elaborados por la Secretaría de Educación Pública federal.
Riquelme reiteró que la decisión de su Gobierno seguirá siendo a favor de los niños coahuilenses.
CALENTAR MOTORES
El que se mantiene en la gira por las regiones del Estado, para calentar motores frente al proceso electoral del próximo año, es Carlos Robles Loustaunau, quien se estrena como dirigente del PRI Coahuila.
La víspera estuvo en La Laguna, primero en Francisco I. Madero, y para ser municipio gobernado por Morena, no le fue mal. Reunió a cientos de militantes que participaron en la pasada campaña electoral, precisamente como agradecimiento por el triunfo contundente de Manolo Jiménez.
De ahí se fue a Matamoros, municipio con alta carga tricolor.
En la gira lo acompañaron otros dos integrantes del primer círculo del próximo gobernador: Diego del Bosque y Gabriel Elizondo Pérez.
‘CLAUDIA FEST’
De no ser por los morenistas de Coahuila, el ‘Claudia Fest’ de este miércoles en Guadalupe, Nuevo León habría resultado un fiasco. Fue el cierre regional simulado de la precampaña, que oficialmente no es precampaña, pero en términos llanos sí lo es, de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México como aspirante a la nominación presidencial.
Pero para ser cierre regional, con la convocatoria abierta a los morenistas de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, San Luis Potosí y Zacatecas, el evento estuvo bastante desairado.
Con decirles que, según los organizadores, el principal contingente llegó desde Coahuila. El acarreo en autobuses fue financiado por el torreonense Gerardo Berlanga Gotéz, quien hace poco aventó el arpa como funcionario estatal para coordinar la campaña de Sheinbaum en el estado.