Una raya más al tigre (de papel), en Ciudad Frontera

POR LUIS CARLOS PLATA

Un cúmulo de 104 facturas electrónicas emitidas entre enero y julio del presente año por la sociedad mercantil Data Line de Monclova, S.A. de C.V., a favor de la Presidencia Municipal de Frontera encabezada por el Alcalde neo morenista Roberto Clemente Piña Amaya, evidencian otro mecanismo que ha utilizado éste último para desviar recursos públicos: la facturación hormiga.

Se trata de un centenar de documentos fiscales por un valor total de dos millones 842 mil 948 pesos acumulados en los primeros siete meses del trienio municipal, los cuales amparan un supuesto “equipamiento de unidades de seguridad pública”. Así la mayoría de las veces: por conceptos identificados de forma genérica que pueden tratarse de cualquier cosa para efectos de comprobación y auditoría.

Nadie se atrevería a cuestionar un tema tan delicado como ése. Sacrilegio dudar. Sin embargo los movimientos administrativos mueven a sospecha. Llama la atención, por ejemplo, el excesivo timbrado en un periodo tan corto de tiempo por cantidades que van desde los 725 pesos hasta 238 mil 713 en cada uno.

Tal como sucedió en otro caso difundido en este mismo espacio a propósito de Frontera (Sigma Construcciones del Norte y su dueño indirecto, el ex Alcalde de Monclova y neo morenista también, Fernando de la Fuente) la facturación con el ‘proveedor’ va in crescendo conforme avanza el calendario. De tal forma existen cuatro comprobantes en enero, 12 en febrero, 19 en marzo, 11 en abril (mes afectado por el periodo vacacional, cabe señalar), 19 en mayo, 24 en junio y finalmente 15 con fecha de julio, último mes de 2022 revisado.

Todos, justo es decirlo, en poder de quien esto escribe.

Data Line de Monclova es una empresa de radiocomunicación perteneciente desde 2009 a Gonzalo Cisneros Almanza, persona física con domicilio en Ciudad Frontera, integrante de la Coparmex y cercano a otro ex Alcalde de Monclova, Gerardo García Castillo, curiosamente neo morenista y en el mismo grupo de intereses que Piña y De la Fuente (el que simboliza Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal y aspirante de Morena a la candidatura a Gobernador del Estado).

Cortita y al pie

En este mismo espacio se dijo el 23 de agosto que, como primera acción de Gobierno, el Ayuntamiento de Frontera compró dos camiones usados para el servicio de limpia pública, uno por 2 millones 701 mil 547 pesos y otro por 2 millones 585 mil 547, cuando su valor en el mercado, entre ambos, apenas supera el millón de pesos.

Lo anterior supone una ‘ganancia’ ilícita de por lo menos 4 millones en el negocio. Para ello se valió de una razón social que prestó sus datos fiscales (Importaciones Materiales y Construcciones, S.A. de C.V, la cual pertenece al monclovense Gerardo García Farías) ya que las unidades fueron adquiridas en realidad a través de una subasta en la Ciudad de México, y como antecedente se mencionó que Piña, el edil fronterense, compartió en su cuenta de Facebook el 31 de diciembre de 2021 una fotografía junto a los referidos vehículos; es decir, un día antes de tomar posesión de la Alcaldía, cuando no tenía facultades de adjudicación todavía (sin contar que todo asunto debe pasar previamente por el Cabildo).

Y el 13 de septiembre aquí se publicó que de marzo a julio el Municipio de Ciudad Frontera desembolsó 17 millones 938 mil 986 pesos vía 29 facturas, de los cuales 13 millones 174 mil, o sea 73% del total, justifican un presunto arrendamiento de maquinaria (desde retroexcavadoras hasta camiones de volteo y pipas, en valores muy superiores a lo que costarían en el mercado) que no se puede comprobar por una sencilla razón: no existen obras públicas en progreso donde usarla.

Es el tema de Sigma Construcciones, quien hasta entonces absorbía 57% del presupuesto municipal para inversión pública en el año (31 millones 432 mil pesos) y si nos centramos en el renglón “arrendamiento de maquinaria, otros equipos y herramientas”, el cual proyecta 4 millones 154 mil 219 pesos para todo el ejercicio fiscal, la cifra facturada ya había triplicado lo presupuestado y todavía faltaba por contabilizar el segundo semestre de 2022.

Saqueo sistemático, pues.

La última y nos vamos

¿Son tres eventos aislados producto de la casualidad, o más bien el denominador común? Todos sabemos cuál es la respuesta.