Como parte de los 35 cumpleaños de Xin Xin también se lanzó un billete conmemorativo de la Lotería Nacional.
Ciudad de México.- Este miércoles el Zoológico de Chapultepec conmemoró el 35º cumpleaños de Xin Xin, la emblemática panda gigante que ha vivido por más de tres décadas en México.
En la ceremonia, el embajador de la República Popular China, Chen Dao jiang, expresó su profundo agradecimiento al pueblo mexicano por el cuidado y cariño que han brindado a Xin Xin a lo largo de los años.
“Tener 35 años para un oso panda equivale a tener más de 100 para un ser humano, es una verdadera longevidad extraordinaria”, declaró el diplomático.
Durante su discurso, el embajador reconoció el esfuerzo del equipo de conservación del Zoológico de Chapultepec, así como el respaldo del Gobierno de la Ciudad de México.
“Esto se materializa gracias al cuidado minucioso y cariño constante que nuestros amigos mexicanos le han brindado durante décadas”, enfatizó.
🇨🇳 ✨ El embajador de la República Popular China, @ChenDaojiang, destacó que tener 35 años para un oso panda como Xin Xin equivale a 100 años de vida para un ser humano, por ello, extendió un agradecimiento al pueblo mexicano, quienes han cuidado con cariño a este ejemplar de… pic.twitter.com/tpHKfI0T3v
— Gobierno de la Ciudad de México (@GobCDMX) July 23, 2025
Esta celebración especial se destacó con la presentación de un billete conmemorativo de la Lotería Nacional, en homenaje a la longevidad y la historia de esta querida habitante del zoológico.
Como parte de las celebraciones, la Lotería Nacional lanzó el billete conmemorativo del Sorteo Superior, dedicado a Xin Xin, un gesto simbólico que no solo celebra la longevidad de ejemplar, sino que también reconoce la historia compartida entre México y China en materia de conservación animal.
El billete presenta una ilustración colorida de Xin Xin, acompañada por flores de cerezo y bambú. El sorteo se realizará el próximo viernes, y los fondos contribuirán a fortalecer proyectos de conservación dentro del zoológico.
Xin Xin nació en México en 1990, hija de dos pandas traídos desde China como parte de un programa de conservación bilateral. A lo largo de su vida, se ha convertido en un símbolo de la relación diplomática entre ambas naciones, y en una figura entrañable para generaciones de visitantes del zoológico capitalino.