Monterrey, NL.- Habitantes de la Colonia Praderas de San Francisco, en Escobedo, lugar de donde partió el autobús que se volcó ayer en Hualahuises y que cobró la vida de 11 personas, aseguraron que los viajes los organizaba un matrimonio de comerciantes a manera de agradecimiento para sus empleados y vecinos.

Identificados como don Raúl Everardo y Raquel, estos comerciantes son los dueños de La Carnicería y Abarrotes “Raque”.

Afuera del negocio, luego de conocerse la tragedia, los vecinos conmovidos acudieron para montar un pequeño altar con veladoras y fotos de las personas que fallecieron.

La noche del lunes todo era alegría y el bullicio inundaba el cruce de las calles de San Juan Capistrano y San Blanco, lugar donde abordaron el autobús decenas de personas, pero la madrugada de ayer se transformó en dolor y lamentación tras el accidente.

“Aquí se estacionó el autobús y todos iban muy felices, pues iban a ir a la playa”, dijo una joven identificada como Estrella.

Vecinos del sector recordaron a las personas que subieron emocionados al autobús para ir a la playa Miramar de Tampico.

“Desde hace un mes lo estaban organizando, invitaban a toda la gente, a veces era gratis, pero siempre lo hacía cada año, a veces iban a Mazatlán, ellos lo hacían para agradecer el trabajo de sus empleados”, detalló la vecina.

Luego de conocerse la tragedia, durante todo el día afuera de la tienda “Raque” hubo un desfile de personas que acudían a preguntar por la salud de sus vecinos.

Vanessa Zamarripa, vecina del sector, dijo que tenían conocimiento de que en el percance una de las víctimas era la señora Raquel.

“Sólo sabemos que la que murió fue la señora Raquel, de don Raúl no nos han dicho nada”, indicó la mujer.

Brenda Berenice, acudió con su hijo a dejar una veladora para orar por los lesionados y el descanso de los fallecidos.

Aseguró que don Raúl, a quien le decían con cariño y respeto “El Huevo”, era una buena persona que siempre apoyaba a sus vecinos.

“Era muy buena persona y siempre nos apoyaba, hacía muy bonitas fiestas para los niños, el Día del Niño, en Halloween se hacía una multitud de gente hasta cerraban la calle”, dijo la mujer.

Otro vecino identificado como Juan, llegó hasta la tienda para dejar su veladora y recordó los viajes que organizaba don Raúl.

“Todos aquí lo conocíamos, porque era muy servicial y a todos nos ayudaba y siempre les hacía este viaje a sus empleados”, señaló.