Reynosa y Nuevo Laredo enfrentan crisis de agua por bajos niveles en el Río Bravo y recortes de Conagua y CILA
Primero fue Nuevo Laredo y ahora es Reynosa: los gobiernos municipales están batallando para abastecer a la población ante las reducciones de suministro impuestas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) a los organismos operadores municipales.
La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Reynosa reveló que el Río Bravo presenta niveles críticos y, desde la noche del martes, fue necesario apagar las bombas que extraen el líquido para su potabilización y consumo humano.
Honorio Cortázar, secretario técnico de la Comapa, informó a EL NORTE que este miércoles al mediodía se llevó a cabo una reunión de trabajo con Conagua para buscar soluciones inmediatas.
"Ya no podíamos sacar más agua; ellos mismos detectaron que los niveles estaban demasiado bajos para nuestras bombas", explicó al referirse a la suspensión de extracción de agua cruda del Río Bravo.
Una situación similar se vivió semanas atrás en Nuevo Laredo, donde, de acuerdo con Silvia A. Fernández Gallardo Boone, gerente general de Comapa, apenas esta semana el río alcanzó 47 centímetros de caudal, permitiendo la operación de las tres bocatomas de la ciudad.
"Debido al bajo nivel del Río Bravo, se reducirá la cantidad de agua que se extrae y envía a las plantas potabilizadoras", señaló la vocería de Comapa Reynosa.
Actualmente, México paga su deuda de agua a Estados Unidos con extracciones del volumen disponible en la parte mexicana de las presas La Amistad, en Coahuila, y Falcón, en Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas, que abastecen a diez ciudades fronterizas tamaulipecas.
"Por este motivo, podrían presentarse bajas presiones o incluso falta de agua en algunas zonas, especialmente las más alejadas", advirtió Comapa la mañana de este miércoles.
La situación es crítica: la parte mexicana de la presa Falcón registra un almacenamiento de apenas 6.2 por ciento, equivalente a 84 millones de metros cúbicos; mientras que La Amistad cuenta con 8.2 por ciento, es decir, 143 millones de metros cúbicos.
Sin embargo, Cortázar anunció que ya se gestionó y autorizó un bloque extra de agua cruda ante Conagua para normalizar el servicio.
"El agua ya viene en camino; será cuestión de horas para que llegue a la toma de Comapa en la represa Anzaldúas y podamos empezar a bombearla y potabilizarla", indicó.
No obstante, advirtió que estas contingencias continuarán en la región debido a los bajos niveles de las presas.
"Me imagino que eso es lo que van a estar haciendo: enviando agua por bloques, no de manera continua, para no bajar tanto el nivel de la presa Falcón, que ya de por sí está muy bajo", afirmó.
Precisó que CILA y Conagua evaluarán la duración del primer bloque de agua enviado a Reynosa para programar periódicamente nuevos envíos y evitar el desabasto.
"El director de la Cuenca del Río Bravo anda por aquí, en la gerencia general de Comapa, revisando precisamente ese tema", apuntó.
Finalmente, Cortázar exhortó a la población a cuidar el agua ante la escasez.
"Ya no hay abundancia; tenemos que cuidarla para no tener este tipo de problemas. Ya no existe esa condición de antes en la que podíamos disponer del agua que quisiéramos. Eso ya no se va a poder, tenemos que ser muy conscientes", alertó.