La adhesión del bastón de mando al escudo de la SCJN tiene una fuerte carga cultural y política.
Ciudad de México.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) presentó una nueva imagen institucional, como parte de un proceso que busca reflejar pluriculturalidad, inclusión y poder comunal en la impartición de justicia en México. De acuerdo con la Guía Práctica de Identidad Institucional, el rediseño responde a la visión de una “Nueva Corte”, con valores enfocados en justicia, equidad, diversidad, respeto, dignidad, honestidad y diálogo.
El cambio más significativo en el emblema oficial es la incorporación del bastón de mando, símbolo ancestral que representa la autoridad, legitimidad y respeto hacia los pueblos originarios. Este elemento se suma a los ya existentes: el águila libertaria, la balanza, la rama de olivo, la hoja de laurel, el pergamino y la espada, conformando un nuevo conjunto visual que busca proyectar un compromiso más cercano con la sociedad mexicana.
El bastón de mando: un símbolo de legitimidad y pluralidad
La adhesión del bastón de mando al escudo de la SCJN tiene una fuerte carga cultural y política. Tradicionalmente, este objeto ha sido entregado a líderes comunitarios y autoridades indígenas como un reconocimiento a su papel de guías y protectores del pueblo. Su integración al emblema de la Corte busca transmitir el mensaje de que la justicia mexicana reconoce y respeta la pluralidad cultural del país.
En palabras del documento, la Corte se encuentra en una etapa “sustentada en una legitimidad democrática inédita, derivada del voto popular”, y por ello la renovación visual no es solo estética, sino también un acto de reafirmación institucional que pretende incluir a los sectores históricamente excluidos.
Conservando la tradición con un nuevo enfoque
Aunque la novedad recae en el bastón de mando y en la nueva paleta de color, la SCJN decidió conservar símbolos tradicionales que han acompañado a la institución por décadas. Cada uno de estos elementos mantiene un significado específico:
Águila libertaria: representa la soberanía nacional y la defensa de las libertades.
Balanza: símbolo universal de la justicia y el equilibrio.
Rama de olivo: emblema de paz.
Hoja de laurel: triunfo y dignidad.
Pergamino: sabiduría y conocimiento de las leyes.
Espada: fuerza para hacer valer la justicia.
Con la adición del bastón de mando, la SCJN integra un elemento que dialoga con las raíces culturales del país, reforzando la idea de que la justicia debe atender a todos los pueblos y comunidades sin distinción.
Una imagen para la era de la inclusión
La Guía Práctica de Identidad Institucional explica que la renovación de la imagen busca “proyectar la pluriculturalidad y la inclusión de los sectores socialmente excluidos, a través de un enfoque social y con respeto al medio ambiente”. Este enunciado refleja la intención de construir una Corte más cercana a la ciudadanía y más consciente de los retos sociales contemporáneos.
En ese sentido, los valores que acompañarán la nueva identidad no se limitan al aspecto simbólico: la SCJN pretende difundir una cultura de protección, equidad y perspectiva de derechos humanos en todas sus resoluciones y comunicaciones públicas.
Impacto en la percepción ciudadana
El rediseño de la imagen institucional es también una estrategia de comunicación. Al incorporar elementos que representan inclusión y diversidad, la Corte busca fortalecer su legitimidad frente a la sociedad mexicana, en un contexto donde la confianza en las instituciones es un tema central.
La presencia del bastón de mando, en particular, podría ser interpretada como un gesto hacia los pueblos indígenas, quienes han exigido durante décadas mayor representación en los procesos de toma de decisiones y reconocimiento en el ámbito jurídico.
La renovación de la imagen institucional de la SCJN no es un simple cambio estético, sino una declaración de principios. La integración del bastón de mando al emblema oficial simboliza la apertura hacia la pluriculturalidad y la inclusión social, sin dejar de lado los elementos históricos que definen a la Corte como garante de la justicia.
En un país caracterizado por su diversidad cultural, este gesto puede convertirse en un puente de confianza entre la ciudadanía y la justicia, siempre y cuando vaya acompañado de acciones concretas que respalden los valores que ahora proyecta su nueva identidad.