Irma Leticia Hidalgo, fundadora de FUNDENL, aseguró que es la primera vez que se usa una imagen generada con IA en un caso así en NL.
Se trataba de un viaje que hacían de manera habitual al tener familiares en ese municipio. Pero lo que inició como un día normal terminó en tragedia cuando Johan Gael, de 3 años, desapareció sin dejar rastro.
En el primer caso de su tipo en Nuevo León, Miguel Ángel Cardona y su esposa, Yajaira de la Cruz, obtuvieron hace un mes con inteligencia artificial un retrato actualizado y fiel de Johan Gael, quien hoy tendría 13 años.
Casi una década después de la desaparición, este retrato y la reactivación de la Alerta Amber por parte de la Fiscalía de Nuevo León devolvieron la esperanza de encontrar a su hijo.
DESAPARICIÓN
Ese domingo, Miguel y Yajaira llegaron al ejido La Esmeralda, cerca de la frontera con Coahuila, en compañía de sus dos hijos, de 7 y 3 años de edad. Los acompañaban las abuelas de los niños, una tía y un primo.
Alrededor de las 8:00 horas llegaron a un panteón, a unos 300 metros de la carretera a Ciénega, relata Miguel. Luego de estar ahí y desayunar, hacia las 8:30 horas continuaron en carro hacia la sierra aledaña, donde ya los esperaban más familiares para recolectar piñones.
Miguel recuerda que, al salir del cementerio, las luces de un carro gris polarizado que estaba estacionado le llamaron la atención. Pero por ser una zona frecuentada en esa época, no pensó más al respecto.
Cuando llegaron a la zona boscosa, Miguel y su hijo mayor comenzaron a recolectar las semillas con el resto de la familia. El pequeño Johan, por su parte, se quedó dentro del carro, a unos 10 metros de distancia.
Miguel aún recuerda la última imagen de Johan, con una manzana en una mano y una bolsa de piñones en la otra.
“Me arrimo al vehículo, le digo que no esté ‘travesiando’, voltea y sonríe conmigo”, dice.
Pasaron entre 5 y 10 minutos cuando Yajaira se percató de que el niño no estaba en el coche y le gritó, buscándolo.
“Le empezamos a gritar, porque era de las personas que no se separaba ni un momento de su mamá ni su mamá de él… y fue cuando me preocupo, porque no responde”, recuerda el padre.
“Eran alrededor de las nueve”, dice. “Fue rapidísimo y nadie escuchó nada, absolutamente nada. Fue lo extraño”.
Miguel volvió al panteón. Lo primero que notó fue que el carro gris que había visto antes ya no estaba.
Como el ejido estaba en una zona apartada y sin señal telefónica, tardaron en pedir auxilio, por lo que los militares llegaron una hora después de la llamada; dos horas más tarde arribaron policías de Coahuila y luego de Nuevo León.
Aunque los padres insistieron, las autoridades se negaron a buscar fuera del ejido, al afirmar que el niño debía seguir ahí.
“Yo al principio les comentaba que cerraran carreteras, que buscaran en los alrededores, porque, como padre, sabía que no podía estar ahí”, expresa.
Esa misma tarde, un residente de un ejido cercano dijo haber visto el mismo carro gris polarizado hacia las 9:30 horas, conduciendo a exceso de velocidad. Por esa y otra pista que surgió días después, los padres de Johan creen que en ese vehículo se lo llevaron.
Tras días de búsqueda, las autoridades recibieron una llamada anónima que los llevó a unas cabañas a 30 minutos de La Esmeralda.
“Era una llamada anónima en la que dijeron que en unas cabañas había un carro gris, que habían visto tres personas a bordo y a un niño con las características de Johan llorando mucho”, cuenta el padre.
“Lo más extraño es que dijeron que traía en su manita una manzana… Nosotros no habíamos mencionado la manzana”.
Cuando Miguel y la policía llegaron a las cabañas “Don Chon”, donde supuestamente lo habían visto, ya no había nadie.
A casi 10 años de su desaparición, no han recibido más pistas sobre el paradero del niño, a quien recuerdan travieso y amoroso.
“La ausencia es muy dura, los cumpleaños, las celebraciones, ya no es lo mismo porque nos falta un miembro en la mesa”, comparte Miguel.
“La vida diaria en la casa, tener muchos recuerdos de las cosas que hacíamos con Johan… todo eso se perdió. Todo se convirtió en búsqueda”.
RETRATO INÉDITO
Hace un mes, Miguel y Yajaira contactaron a la asociación Missing Angels (Ángeles Desaparecidos), con sede en Miami, para solicitar un retrato actualizado.
La asociación fue fundada por Ángela Cedeño, quien lleva 15 años investigando el paradero de personas desaparecidas, según su cuenta de Facebook MissingAngelsOrg.
“Ha localizado a cientos de personas a lo largo de los años y ayudado a reunir familias en todo el mundo, trabajando como investigadora y productora independiente para segmentos de televisión”, se informa en la cuenta.
También destacan colaboración en reformas a leyes sobre menores desaparecidos y explotados.
Con IA, y sin costo, informa Miguel, la asociación recreó en pocos días el rostro de Johan a sus 13 años. Gracias a esta imagen y a la presión de la familia, el 19 de junio la Fiscalía de Nuevo León reactivó la Alerta Amber con nueva ficha de búsqueda.
Irma Leticia Hidalgo, fundadora de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), aseguró que es la primera vez que se usa una imagen generada con IA en un caso así en el estado.
“No conocemos otro caso”, dijo. “Hay mucho rezago. No tienen presupuesto para esta crisis de desapariciones”..
Hidalgo relató que cuando obtuvo una imagen de su hijo Roy Rivera -desaparecido en 2011- hecha por la FGR, un antropólogo físico la descartó por imprecisa.
“Este tipo de avances son esfuerzos familiares, como todo en FUNDENL. Vivimos en el país del ‘Hágalo usted mismo’. Las familias, como la de Johan, logran avances por cuenta propia”.
POSIBILIDADES DE LA IA
Alejandro Martín del Campo, director de Humanidades Digitales del Tec de Monterrey, consideró que la inteligencia artificial puede transformar la búsqueda de personas desaparecidas, pues permite no sólo hacer retratos actualizados, como el de Johan Gael, sino guiar búsquedas en campo.
“Hay varias iniciativas de colectivos que están trabajando en perfeccionar esos algoritmos para que tengan una mayor certeza: utilizan drones para reconocimiento del terreno, hacen un estudio del campo y, a partir de diferentes cálculos, sugieren dónde empezar las búsquedas”, dijo.
“Sin duda va a haber más elementos. Cuando no se tenía información era difícil seguirle la pista a algo. Ahora, a partir de estas tecnologías emergentes, estas predicciones te aportan otra información para poder continuar”.
Explicó que los retratos requieren más que IA: se necesita quien afine los parámetros para lograr imágenes realistas.
“Hay aplicaciones donde tú puedes hacerlo, le das dos fotografías y te hace una predicción”, dijo.
“Pero por supuesto que la interpretación de lo que está corriendo atrás tiene que hacerlo una persona especialista en la materia para que justamente te pueda decir: ‘No, está muy por fuera este parámetro’. Las aplicaciones están disponibles para cualquier persona, pero la interpretación y el uso tienen que hacerlo un especialista”.
Del Campo vio el retrato de Johan a los 13 años como suficientemente preciso para aportar a su búsqueda.
“Ningún modelo va a dar una predicción al 100 por ciento, pero sí pueden acercarse con valores bastante precisos. Todos hemos tenido una fotografía que nos agarran movidos o que decimos: ‘Oye, aquí no me parezco’, pero eso no significa que no nos dé una idea de cómo se podría representar a la persona”.
“De eso se trata el uso de la inteligencia artificial y la tecnología en general, que mejore la justicia social, el bienestar de las personas”, concluyó.
“Generalmente estamos más enfocados en otros temas, en la manufactura, la logística, pero en temas de derechos humanos por supuesto que también tienen un impacto estas nuevas tecnologías”./span>
NUEVA ESPERANZA
Desde la desaparición de su hijo, Miguel y Yajaira no han dejado de repartir volantes, colgar lonas e incluso viajar a otras ciudades. Ahora, con el nuevo retrato y la respuesta de la Fiscalía, reavivó su esperanza de que alguien comparta información sobre el paradero de Johan.
La familia tiene una cuenta: www.facebook.com/ayudame.ah.regresar.ah.casa
“Lamentablemente no tenemos líneas de investigación que seguir, no hay mucho que hacer más que esperar que alguien nos diga dónde pudiera estar o algún dato que la autoridad tenga que seguir”, comenta Miguel, pero enseguida expresa con ilusión:
“El retrato nos da fuerza porque gracias a Dios se ha estado difundiendo mucho. Esperamos que en alguna publicación, en alguna nota, alguien que sepa algo se anime a hablar”.
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