Desde el 9 de septiembre de 2024, Los Mayos y Los Chapos mantienen una guerra en Sinaloa que ha dejado casi dos mil muertos. El gobernador Rubén Rocha reconoce que su gestión ha "quedado a deber"
Este 9 de septiembre, Sinaloa cumple un año en guerra entre Los Chapos y Los Mayos, facciones internas del Cártel de Sinaloa. Este conflicto ha dejado casi dos mil muertos, más de dos mil desaparecidos, personas desplazadas por la violencia, negocios cerrados y un descontento generalizado de la ciudadanía, que exige mayor intervención del gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, así como la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya.
Semanas antes, el 25 de julio de 2024, Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo”, secuestró a Ismael “El Mayo” Zambada en una finca ubicada en Huertos del Pedregal, en Culiacán, y se lo llevó consigo a Estados Unidos, donde ambos fueron detenidos por autoridades de ese país.
Cabe destacar que la Fiscalía General de la República confirmó que, en ese mismo lugar, fue asesinado Héctor Melesio Cuén Ojeda, entonces diputado federal electo y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se presume que buscaba el apoyo del crimen organizado para mantener su dominio político y financiero sobre dicha institución, la cual cuenta con el segundo presupuesto público más grande del estado.
Semanas después de estos hechos, el 9 de septiembre, desde tempranas horas se registraron bloqueos, persecuciones y enfrentamientos entre las facciones del cártel en la localidad de La Campiña y la sindicatura de Costa Rica, en Culiacán. Esto derivó en la intervención de fuerzas federales y locales de seguridad, que aseguraron 21 camionetas blindadas y decenas de armas de fuego.
Tan solo en una semana, en Sinaloa se registraron más de 30 muertos, decenas de heridos y dos militares abatidos, lo que llevó a la cancelación de los festejos patrios en al menos ocho municipios.
La guerra que comenzó en Culiacán rápidamente se extendió a Ahome, Angostura, Concordia, Elota, Mazatlán, Navolato, Mocorito, Salvador Alvarado, entre otras demarcaciones. En muchas de estas zonas, las clases fueron suspendidas constantemente, las rutas de transporte público dejaron de operar y los negocios modificaron sus horarios o cerraron.
Ante esta situación, que se ha prolongado por un año, el mandatario morenista, Rubén Rocha Moya, reconoció que no se ha alcanzado la paz en la entidad y que su gobierno no ha logrado responder por completo a las exigencias ciudadanas en materia de seguridad.
“Claro, hay muchas cosas que probablemente yo le estoy quedando a deber también a la ciudadanía. Que no resolvemos las cosas tal cual quisiéramos resolver al cien por ciento”, expresó durante su conferencia de prensa del pasado 5 de agosto.
Las disputas entre las facciones del Cártel de Sinaloa han dejado, desde el 9 de septiembre de 2024 y con corte al 7 de septiembre de este año: 1,968 personas asesinadas; 1,942 personas privadas de la libertad; 7,000 vehículos robados; 1,668 personas detenidas y 112 abatidos.
Durante este tiempo, un total de 48 policías federales, estatales y municipales han sido asesinados, incluyendo agentes en activo y en retiro, tanto durante operativos como en días de descanso.
De igual manera, desde que comenzó la crisis de seguridad, al menos 51 menores de edad han sido asesinados en la entidad. La mayoría de las víctimas murieron en hechos relacionados con enfrentamientos o ataques armados; sin embargo, también se han registrado casos ligados a violencia intrafamiliar.
Actualmente, Culiacán es la ciudad de México donde los habitantes se sienten más inseguros, ya que encabeza la lista de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con un 90.8 % de percepción de inseguridad, un aumento considerable frente al 44.7 % registrado el año pasado.