Se busca castigar a quien sustraiga, explote, transporte o comercialice agua alterando la infraestructura hidráulica nacional
Ante el aumento de 128 por ciento en las tomas clandestinas de agua, la presidenta de la Comisión de Planeación del Desarrollo del Congreso CDMX, Olivia Garza, presentó una iniciativa para tipificar el delito e imponer sanciones de hasta 12 años de prisión.
De acuerdo con el documento entregado al Pleno, se busca castigar a quien sustraiga, explote, transporte o comercialice agua alterando la infraestructura hidráulica nacional o de la Ciudad de México sin contar con autorización, concesión, licencia o permiso expedido por la autoridad competente, así como a quién realice perforaciones subterráneas.
Para ello, se propone imponer de seis a diez años de prisión y de cien a quinientas unidades de medida y actualización a quien cometa estos actos.
Además, se pide que cuando el robo sea cometido con el fin de almacenar, distribuir o suministrar el agua potable a través de cualquier medio, para obtener beneficio económico se sancione con una pena de seis a doce años de prisión y de doscientas a dos mil días conforme a la Unidad de Medida y Actualización vigente.
No obstante, si la conducta es realizada por personas servidoras públicas que, por razón de su cargo o comisión, tenga a su cargo el control, manejo o supervisión del recurso y facilite directa o indirectamente su sustracción, la pena se aumentará hasta en una mitad adicional, sin perjuicio de la responsabilidad administrativa correspondiente.
Olivia Garza mencionó que al establecer el huachicol de agua como delito, la Ciudad de México podría desmantelar estas redes ilícitas, recuperar ingresos perdidos y destinar esos recursos a la mejora de la infraestructura hidráulica, como la reparación de fugas y la expansión del acceso al agua potable en zonas marginadas.
Lo anterior, debido a que el desvío ilegal de agua puede reducir la presión en la red de distribución, lo que resulta en un suministro insuficiente en ciertas áreas y dificulta el mantenimiento de prácticas básicas de higiene.
Por ello, llamó a contemplar la medida y a actuar frente a una práctica que amenaza la sostenibilidad y la equidad en el acceso al agua en una de las ciudades más pobladas del mundo.