La prevención y el cuidado son clave para evitar contratiempos y garantizar el bienestar de todos los asistentes.
Con la llegada de la Semana Santa, muchas familias mexicanas planean disfrutar de días de descanso en balnearios y parques acuáticos. Sin embargo, es fundamental tomar ciertas precauciones para garantizar una experiencia segura y saludable.
La exposición prolongada al sol puede causar quemaduras y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Es recomendable aplicar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, renovándolo cada dos horas y después de nadar. Además, usar sombreros, gafas de sol y ropa ligera puede ayudar a proteger la piel de los rayos UV.
Las altas temperaturas y la actividad física en el agua pueden llevar a la deshidratación. Es esencial beber agua regularmente, incluso si no se siente sed. Evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, ya que pueden contribuir a la deshidratación y aumentar el riesgo de accidentes.
Ducharse antes de ingresar a las piscinas ayuda a mantener la calidad del agua y reduce la propagación de gérmenes. Después de nadar, es importante bañarse con agua y jabón, prestando atención a áreas como los dedos de los pies, las axilas y la ingle, donde la humedad puede favorecer infecciones cutáneas .
Los niños deben estar bajo supervisión constante en áreas acuáticas. Es aconsejable que usen dispositivos de flotación adecuados y que no se alejen de la vista de los adultos. Las personas mayores y aquellas con condiciones médicas deben tener precaución adicional y consultar a un médico antes de participar en actividades acuáticas.
Las piscinas mal mantenidas pueden ser focos de enfermedades como diarrea, infecciones de oído y sarpullidos. Evitar tragar agua de la piscina y asegurarse de que las instalaciones cumplan con las normas de higiene puede reducir estos riesgos .
Esperar al menos 30 minutos después de comer antes de nadar puede prevenir calambres y malestares estomacales. Además, es recomendable evitar comidas pesadas antes de actividades acuáticas.
Las heridas abiertas pueden infectarse al entrar en contacto con el agua de la piscina. Es aconsejable cubrirlas con apósitos impermeables o evitar nadar hasta que hayan sanado completamente.
Usar sandalias o zapatos antideslizantes en áreas húmedas puede prevenir resbalones y proteger los pies de infecciones fúngicas comunes en ambientes húmedos .
Es importante elegir balnearios que cumplan con las normas de seguridad y salud establecidas por las autoridades. Evitar instalaciones clandestinas o que no cuenten con personal capacitado puede prevenir accidentes y enfermedades.
Siguiendo estas recomendaciones, se puede disfrutar de una Semana Santa segura y placentera en los balnearios. La prevención y el cuidado son clave para evitar contratiempos y garantizar el bienestar de todos los asistentes.