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Localizan sin vida a Óscar, estudiante de 22 años desaparecido en Tijuana; su madre soñó su muerte semanas antes

El joven, que estudiaba Derecho, fue localizado el pasado sábado 6 de septiembre en un baldío, 23 días después de haber sido reportado como desaparecido

El joven, que estudiaba Derecho, fue localizado el pasado sábado 6 de septiembre en un baldío, 23 días después de haber sido reportado como desapa
El Heraldo
ZOCALO | MONCLOVA
09-08-2025
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Luego de 23 días desaparecido, fue localizado el cuerpo sin vida de Óscar Enrique Ortega Madrigal, un joven estudiante de Derecho de 22 años, fue hallado el pasado sábado 6 de septiembre de 2025 en un terreno baldío de Tijuana, Baja California, confirmó su madre Izz Madrigal, a través de publicaciones en redes sociales. 

La mujer afirmó haber presagiado la muerte de su hijo en un sueño ocurrido 33 días antes de su desaparición y 56 días antes de su hallazgo sin vida. “Yo lo presentí”, expresó en sus publicaciones en redes sociales, donde relató el dolor de la búsqueda de su hijo tras su desaparición, reportada el pasado 14 de agosto, según la ficha de búsqueda.

Óscar Enrique, descrito por su familia como un joven noble y esforzado, cursaba la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Para financiar sus estudios, trabajaba en dos empleos. Su mayor sueño era graduarse y entregar su título a su madre, además de comprarse una camioneta pick-up Tacoma roja, para lo cual llevaba tiempo ahorrando. 

Sin embargo, Óscar Enrique fue víctima de un intento de robo que terminó en violencia, según una carta escrita por su madre en primera persona, como si la hubiera redactado el propio joven universitario. 

“Me querían robar lo que era mío y que con tanto esfuerzo conseguí y traté de evitarlo, me defendí pero yo estaba solo”, escribió Izz en la carta, redactada desde la perspectiva de su hijo.

La desaparición de Óscar Enrique se prolongó por 23 días antes del hallazgo. La madre de Óscar recurrió a las redes sociales para compartir su angustia y buscar empatía para localizar a su hijo. El 28 de agosto de 2025, publicó una carta dirigida a la persona responsable de la desaparición del joven, en la que suplicó por su regreso e incluso se ofreció como intercambio.

“Hola, yo no te conozco, no sé quién seas pero no importa, te quiero hablar como iguales, como seres humanos (...) Llévame a mí por mi voluntad, sé hacer muchas cosas, cocino bien rico, soy muy limpia y ordenada, sé manejar muy bien, puedo ser tu cocinera, tu sirvienta, tu chofer”. 

En la carta, la mujer también revela que luchó contra un cáncer para poder estar más tiempo con sus hijos: “Luché muy duro contra el cáncer hace poco para poder tener más tiempo con mis hijos y me gané esa oportunidad, pero en este momento me siento incompleta y sin ganas de vivir. Devuélveme la felicidad, eso está en tus manos”.

 

Sin embargo, el elemento que más llama la atención en el relato de la mujer es la premonición del peligro que acechaba a su hijo; en esa misma publicación, la mujer hizo pública una conversación que tuvo a través de WhatsApp con el joven el 12 de julio de 2025, tras despertar de una pesadilla. 

“Anoche tuve un sueño de ti. Todo bien? Y me desperté en la madrugada asustada”, le escribió Izz a Óscar Enrique, para después informarle: “Soñé que estabas tirado bocarriba en un lugar como monte y tu ropa estaba sucia y salían moscas de la boca (...) Y tenías en la mano un llavero que tenía una foquita donde estabas tú y yo cuando eras chiquito”. 

Trágicamente, el sueño se hizo realidad. El cuerpo de Óscar Enrique, de 1.80 metros de estatura, fue encontrado boca arriba en un terreno baldío. 

“Me tiraron en un baldío boca arriba justo como mi madre lo soñó un mes antes de que me quitaran la vida”, escribió Izz en la carta escrita en primera persona, luego de confirmarse el hallazgo del cuerpo del joven.

En esta publicación, agradece a quienes participaron en la búsqueda: “Gracias a mi pequeña familia, mi pareja y mi cuñado que no se rindieron, que buscaron hasta debajo de las piedras día y noche a veces sin comer y sin dormir, arriesgaron su vida buscando en lugares peligrosos donde ni la policía hubiera querido entrar”.

La madre concluyó su reflexión con un mensaje de gratitud: “Me voy en paz porque siempre fui una buena persona, nunca le hice daño a nadie... Cuídense mucho, amen a los suyos, valoren el tiempo, sean agradecidos, vivan y sean felices hoy por si mañana les toca partir”.

 

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