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"Nos hacinaron, no nos dieron agua ni alimento": Sol González, mexicana tripulante de flotilla interceptada por Israel

Sol González relató su experiencia luego de que la Flotilla Global Sumud fuera interceptada por Israel

Sol González relató su experiencia luego de que la Flotilla Global Sumud fuera interceptada por Israel
El Heraldo
ZOCALO | MONCLOVA
10-08-2025
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Este miércoles 8 de octubre llegaron los mexicanos que iban a bordo de la Flotilla Global Sumud, que planeaba llevar ayuda humanitaria a Gaza y que fue interceptada por Israel antes de llegar a su destino. Sol González Eguía, psicóloga social especialista en trauma y una de las repatriadas que volvió al país, contó su experiencia ante las cámaras de República H, programa de Heraldo Televisión conducido por Sofía García.

Contó que, una vez camino a Gaza, la escuadrilla compuesta por más de 500 personas provenientes de 47 países sufrió tres ataques con más de 15 drones antes de ser interceptada.

"Ese fue un primer aviso. Sabíamos que parte de como Israel responde a estas cosas es haciendo este tipo de intercepciones y secuestros. Era parte del riesgo, estábamos todos muy conscientes de ello y nos habíamos preparado", detalló.

Al barco en el que viajaba Sol, relata, primero subieron 11 soldados "armados completamente" amenazar a los tripulantes. En el transcurso de las siguientes horas, subieron más, sin embargo, dijo no saber con exactitud cuántos abordaron, pues fueron encerrados en las habitaciones de la embarcación.

 

Hacinados, sin agua ni alimento

 

"No nos amarraron, nos encerraron; nos hacinaron. En un cuarto de dos personas había ocho. No nos dieron agua, ni alimento. Estuvimos más de 22 horas en la embarcación", declaró la tripulante de flotilla en su entrevista con la conductora Sofía García. Al llegar a tierra, fueron sacados del barco "con mucha violencia". En ese momento ya no se hizo cargo las fuerzas militares de Israel, sino la policía. la psicóloga social especialista en trauma señala que fueron amenazados con ser tratados como terroristas.

"Hubo golpes a varios compañeros, actos de tortura, intentos de zafar hombros. Se ensañaron mucho más con las personas árabes. A Greta (Thunberg) la trataron mal. Hubo personas clave a las que trataron de humillar más; la separaron del grupo, la envolvieron en una bandera de Israel, le tomaron fotos, la rodearon", lamentó Sol González.

Aunque dijo tener las fechas algo confusas, afirmó que pudieron ver al embajador mexicano hasta el tercer día después de haber llegado a tierra. La integrante de la flotilla subrayó que la experiencia tampoco fue fácil para las autoridades consulares, pues los tenían esperando desde las 7:00 hasta las 15:00 horas y tenían que soportar gritos.

"Fue parejo el maltrato y nada diplomático con ninguno de los embajadores y cónsules", añadió. A pesar de lo vivido y el miedo que experimentó, Sol siempre supo que volvería a su hogar.

 

Así vivió el regreso a México

 

Ella supo con certeza que volvería a su país hasta que cruzó la frontera con Jordania, ya que antes, denunció, la policía en Israel no dio ningún tipo de información, y cuando la daban, era incorrecta, pues "hubo toda una estrategia para causar confusión, desesperación y desgaste". Durante el trayecto de la cárcel hasta la frontera, que duró aproximadamente cuatro horas, no sabían hacia dónde iban.

"Estábamos en una situación de sobrevivencia", resaltó Sol González, quien señaló que nunca se les proporcionaron los medicamentos necesarios. Recordó que no pudo estar con sus compañeras mexicanas porque todos los días a las 2:00 horas eran cambiadas de celda y no les permitían llevar "lo poco que tenías". "Cada vez era volver a empezar", dijo.

Luego de una tensa negociación, vieron que del otro lado los esperaban el embajador de México en Israel y el embajador de México en Jordania. En ese momento abordaron vehículos oficiales con rumbo al aeropuerto. En ese país sintió un cambio completamente radical, sin embargo, dijo que no se sintió segura sino hasta que llegó a México.

"Hubo momentos tensos en la prisión donde nos amenazaron, te ponen las armas y 'el punto verde en la frente' y sabes que si se pone muy nervioso te mata [...] supimos bajar esa tensión en muchas ocasiones", dijo la especialista en trauma. "No es algo que hacemos por placer, pero sí es necesario [...] claro que hay que volver a hacer intentos. Todos los que hagan falta", concluyó.

 
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