El Senado de la República decidió destinar dinero de la ciudadanía a un gasto que no beneficia a nadie fuera de sus paredes: pagó más de 27 mil pesos de recursos públicos para un retrato al óleo del senador Gerardo Fernández Noroña.
Ciudad de México.- Mientras miles de mexicanos enfrentan un panorama económico incierto inflación, hospitales sin medicamentos, presupuestos recortados en educación y servicios públicos deteriorados el Senado de la República decidió destinar dinero de la ciudadanía a un gasto que no beneficia a nadie fuera de sus paredes: pagó más de 27 mil pesos de recursos públicos para un retrato al óleo del senador Gerardo Fernández Noroña.
La información fue confirmada por la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales mediante una respuesta oficial a solicitud de transparencia. Es decir, no fue un obsequio ni una compra personal del legislador. Los mexicanos pagaron la pintura que adorna su imagen.
Lo más preocupante es que, hasta ahora, la Mesa Directiva del Senado no ha ofrecido explicación alguna que justifique el uso de dinero público en la representación artística de un legislador en activo. No existe argumento institucional que demuestre beneficio social alguno ni criterio claro que permita gastar en retratos personales con fondos del erario.
Exhiben contradicción
Este episodio exhibe una contradicción que golpea directamente la confianza ciudadana: mientras se presume austeridad desde los discursos oficiales, en la práctica se financian lujos que no tienen utilidad pública y que sólo alimentan vanidades políticas.
En un país con tantas carencias, cada peso debería servir a la gente, no a engrosar las paredes con imágenes de quienes viven del dinero que todos aportamos.