La Comisión Nacional Forestal detectó más de 8 mil incendios en México el año pasado, pero señaló que la mayoría tuvo impactos menores y se dio en ecosistemas adaptados al fuego
México vivió en 2024 uno de los años más críticos por daños forestales, al registrar 93 mil 091 hectáreas de ecosistemas forestales primarios afectadas, casi el doble de lo registrado en 2023. Esto implicó que ingresara en la lista de los 10 países con mayor cantidad de bosques primarios afectados en el mundo, de acuerdo con un informe global del Laboratorio GLAD de la Universidad de Maryland y Global Forest Watch (GFW) del World Resources Institute (WRI), dado a conocer en mayo pasado.
El estudio identificó que los incendios fueron responsables del 60 % de las pérdidas de coberturas vegetales en México. En 2024 hubo más de 8 mil en todo el país. La Comisión Nacional Forestal (Conafor) señala que la afectación se dio en un millón 672 mil 215 hectáreas y que se trata de uno de los registros más altos por superficie quemada.
Datos de este organismo, que es el principal encargado del desarrollo, protección, conservación y restauración de los bosques en México, indican que en la mayoría de los incendios (el 29.8 %) se desconoce su causa. Se estima que el 23.4 % de ellos fueron intencionales; 17.83 % fueron por actividades agrícolas y 13 % debido a las ganaderas. Apenas el 1.34 % de los incendios fueron naturales.
Aunque los incendios fueron el factor principal, la crisis climática —reflejada en una larga sequía de años en gran parte del país— así como la deforestación en estados que han sido foco rojos durante décadas son parte también del daño forestal.
Estas causas, señalan los autores del informe y especialistas consultados, no fueron exclusivas de México, sino que se manifestaron en todo el planeta durante 2024. A nivel mundial el daño ocurrió en 6.7 millones de hectáreas de bosque tropical primario.
El informe internacional no identifica los incendios naturales y los provocados, ni mide sus impactos en los ecosistemas, por lo que es importante señalar que no todas las superficies afectadas por el fuego significaron una pérdida de bosques para el país.
Así lo señala José Iván Zuñiga, gerente de Bosques de WRI México, quien explica que la mayoría de los bosques templados en México están adaptados al fuego, lo que significa que algún día se van a incendiar.
De las 65.7 millones de hectáreas de bosques y selvas en México, el especialista señala que cerca de la mitad son de tipo templado, de pinos y encinos, principalmente.
De hecho, el 66 % de la superficie forestal impactada por el fuego en 2024 se dio en ecosistemas adaptados que no sufren daños importantes por los incendios, y que incluso el fuego llega a ser necesario para su regeneración, de acuerdo con Conafor.
Según la Conafor, el 58 % de las hectáreas forestales impactadas por incendios en 2024 fue de “impacto mínimo”, los cuales quemaron principalmente hojarasca.
Aunque México ha registrado en los últimos años un incremento en las hectáreas forestales impactadas por el fuego, el 95 % de los incendios ocurridos entre 2019 y 2024 fueron “superficiales”, de los cuales un 90 % tuvo un impacto mínimo, pues la superficie quemada es adaptada al fuego, según la comisión.
En 22 años, en México se han deforestado cerca de 4.7 millones de hectáreas, principalmente para destinarlas a pastizales y al uso agrícola, de acuerdo con autoridades ambientales.
Entre los tipos de superficies deforestadas en México, la selva húmeda es la más afectada, con un 45 % de la deforestación registrada entre 2001 y 2023. Precisamente en la Península de Yucatán, una de las regiones donde más abunda este ecosistema, también se detectan grandes pérdidas de bosques.
Con información de Animal Político