Fue el 8 de noviembre de 1972 cuando un avión boeing 727 con 110 pasajeros despegó del Aeropuerto Internacional de Monterrey.
Ciudad de México.- Luego que el vuelo 3041 de Volaris fuese, aparentemente, secuestrado por un hombre quien intentaba desviar el avión hacia Estados Unidos, algunos recordaron el peor secuestro de este tipo en México.
Fue el 8 de noviembre de 1972 cuando un avión boeing 727 con 110 pasajeros despegó del Aeropuerto Internacional de Monterrey a las 09:22 horas.
Sin embargo, fue algunos minutos después que el capitán de este vuelo 705, Abel Quintana, reportó que la aeronave de Mexicana de Aviación había sido secuestrada.
Se trataba de cuatro sujetos quienes iban armados y quienes fueron identificados como Germán Segovia, Armando González, José L. Martínez y Alberto Sánchez, quienes pertenecían al movimiento de la Liga de Comunistas Armados.
“¡Somos integrantes de la Liga de Comunistas Armados! ¡Y buscamos derrocar a este gobierno para establecer uno de carácter socialista que acabe con la burguesía! ¡Nadie se mueva, manos a la nuca y todos tranquilos!”, dijeron.
Los secuestradores amenazaron con usar una carga de explosivos si no se cumplían sus demandas, ya que exigían la liberación inmediata de cinco guerrilleros quienes estaban encarcelados.
Los hombres armados pidieron la liberación de estas personas a cambio de la vida de los pasajeros, entre quienes estaban los hijos del gobernador de Nuevo León y hasta un hijo de un diplomático de Estados Unidos.
Ante la presión, el gobierno accedió y llevó a los guerrilleros al avión al medio día, por lo que los secuestradores liberaron, primero a mujeres niños, y luego se dirigieron hacia el Aeropuerto José Martí, en Cuba.
Pero fue durante el intercambio de rehenes cuando los secuestradores obligaron a los policías a operar en ropa interior y solicitaron que se les entregaran fusiles de asalto, municiones y 4 millones de pesos.
Los secuestradores fueron acogidos por Fidel Castro quien se negó a extraditarlos; y fue meses después que México recibió de vuelta sus armas de asalto y los 4 millones de pesos entregados durante el secuestro.