La Cámara de Diputados aprobó la Ley General de Vida Silvestre, en materia de prohibición del uso de ejemplares mamíferos marinos para aprovechamiento extractivo, ya sea de subsistencia o comercial.
Citando a la doctora Leonora Esquivel, la diputada Azucena Arreola Trinidad dijo al pleno de San Lázaro que “la defensa de los animales es la revolución moral del siglo XXI” a través del conocimiento que nos da el profundo contacto con nuestra sensibilidad, generando la empatía, la compasión, la justicia y la solidaridad.
Con este mensaje se dio paso en la Cámara de Diputados a la aprobación por unanimidad de 415 votos de la Ley General de Vida Silvestre, en materia de prohibición del uso de ejemplares mamíferos marinos para aprovechamiento extractivo, ya sea de subsistencia o comercial.
Fue el último punto de la tercera asamblea del periodo extraordinario de sesiones, la cual había iniciado a las 10 de la mañana del miércoles y concluyó 21 horas después, pasadas las 7 de la mañana de este jueves.
La reforma prohíbe definitivamente los espectáculos con estos animales, impidiendo las actividades lucrativas que antes se disfrazaron de educación; regula la reproducción, con fines exclusivos de conservación, y obliga al uso de corrales marinos, vetando las albercas de concreto.
La minuta provino del Senado con diversos ajustes, por lo que ésta se envió al Ejecutivo Federal para su promulgación.
Carlos Puente Salas, coordinador de la bancada del PVEM, dijo que la reforma impulsada por su partido se logra después de 14 años de trabajo, por lo que se contará con sanciones severas para quienes incumplan la ley con el cautiverio y maltrato de los delfines.
No podemos anteponer el egoísmo de los humanos donde les arruinamos la vida por diversión o por negocio”, expuso.
Contó Puente Salas que estos mamíferos marinos nacen en libertad y logrando nadar en su ejercicio diario hasta 65 kilómetros; los océanos, con 361 millones de kilómetros cuadrados, son su hogar.
¿Y qué es lo que sucedía? Lo mandaban a una prisión, en estanques de estos delfinarios, cuando medían apenas mil 250 metros cuadrados”, señaló.
La diputada Irais Reyes recordó que esta reforma tuvo críticas legítimas cuando fue aprobada originalmente porque entonces contenía ambigüedades peligrosas que podían abrir la puerta a simulaciones.
Esas preocupaciones no fueron ignoradas, fueron atendidas con responsabilidad. Y por eso el dictamen que hoy votamos es más sólido, más claro, más justo y congruente con el bienestar animal”, destacó la parlamentaria de MC.
Por el PRI, la diputada Ariana Rejón Lara sostuvo que dictamen es un parteaguas porque su contenido “representa un avance moral y jurídico en la forma en que el Estado mexicano concibe su relación con los animales, con la biodiversidad y con la dignidad que merecen los seres vivos con los que compartimos este planeta”.
En representación del PAN, Estefanía Gutiérrez Valtierra contó que esta reforma es conocida como la Ley Mincho, en recuerdo del delfín que, con ese nombre, en 2020, durante un espectáculo, saltó y se pegó contra el concreto, un trauma que le propició la pérdida de un ojo.
Y, a pesar de las heridas que tuvo este delfín, a los dos días fue obligado a regresar, a seguir en estos espectáculos”, mencionó.
Pero la imagen de crueldad se hizo viral convocando a una causa que hoy se concretó, relató la legisladora.