La industria de alimentos y bebidas en México es uno de los pilares económicos más robustos del país. En el segundo trimestre de 2024, su producto interno bruto alcanzó los $6.58 mil millones de pesos, reflejando un crecimiento del 5.06% con respecto al trimestre anterior, según la Secretaría de Economía. La producción alimentaria representa el 7.6% del PIB nacional y emplea a más de seis millones de mexicanos, lo que convierte a México en el décimo productor mundial en el sector. Sin embargo, ante su potencial de crecimiento, la industria enfrenta desafíos críticos, particularmente en términos de sostenibilidad y eficiencia operativa.

A nivel global, la industria alimentaria enfrenta una presión constante para minimizar su impacto ambiental en respuesta a la crisis climática y al agotamiento de los recursos naturales. El costo creciente de la energía, el agua y las materias primas impulsa a los fabricantes a buscar métodos innovadores para optimizar sus operaciones. Además, cumplir con los estándares ambientales cada vez más estrictos y adaptarse a las expectativas de sostenibilidad exige a las empresas una transformación en sus procesos productivos. En este contexto, los actores de la industria alimentaria en México y el mundo se enfrentan a un desafío considerable: ¿cómo producir de forma sostenible mientras se mantienen rentables?

La digitalización y la automatización se perfilan como herramientas clave para afrontar estos retos. La integración de tecnologías avanzadas no solo ayuda a reducir el desperdicio y optimizar el uso de recursos, sino que también permite a las empresas mejorar la trazabilidad y transparencia de sus operaciones, lo cual es crucial para cumplir con las exigencias regulatorias y del mercado.

En el contexto mexicano, donde la automatización y la digitalización aún están en proceso de adopción en muchas empresas, implementar estas tecnologías puede marcar una gran diferencia. La digitalización permite el análisis de datos en tiempo real, ofreciendo información sobre el uso de recursos y el rendimiento de la producción, lo cual es vital para realizar ajustes que reduzcan el impacto ambiental sin comprometer la calidad o productividad.

Otro aspecto es el de la eficiencia operativa. La automatización permite a las plantas realizar tareas repetitivas y propensas a errores de manera consistente y con una mínima intervención humana, reduciendo así las pérdidas y optimizando los tiempos de producción. Asimismo, la tecnología digital en las cadenas de suministro ayuda a coordinar y predecir la demanda de insumos, evitando sobreproducción y disminuyendo el consumo innecesario de recursos. Esto permite no solo reducir costos, sino también alinearse con metas de sostenibilidad al disminuir el uso de energía, agua y materias primas.

Para que la implementación de la digitalización y automatización sea efectiva y contribuya a la sostenibilidad, es crucial contar con una estrategia de mejora continua. Este enfoque permite que las empresas optimicen sus procesos mediante ajustes progresivos basados en datos específicos y en el análisis continuo de resultados. La mejora continua, a través de metodologías como WCM (World Class Manufacturing por su siglas en inglés) que aplica Tetra Pak, no solo aborda la eficiencia en la producción, sino que también promueve una cultura de sostenibilidad.

La metodología WCM permite detectar pérdidas y mejorar el mantenimiento de equipos, asegurando que los recursos se usen de manera óptima y reduciendo el impacto ambiental de las operaciones.

Además, la mejora continua requiere un cambio cultural dentro de las organizaciones, orientado a capacitar a los colaboradores y hacerlos parte activa de este proceso. Con una participación constante y la actualización de habilidades, los empleados contribuyen a un ambiente de trabajo más seguro y eficiente. En este sentido, el papel de la mejora continua es fundamental para integrar de manera efectiva las nuevas tecnologías y garantizar que estas se alineen con los objetivos de sostenibilidad de cada empresa.

Como líder en soluciones para la industria de alimentos y bebidas, Tetra Pak se posiciona como un aliado clave en este proceso. Con más de 20 años de experiencia en programas de mejora continua, la empresa ofrece no solo equipos y tecnología, sino también asesoría especializada para optimizar las operaciones de sus clientes en México y el mundo.

La implementación del programa WCM por Tetra Pak ha logrado significativos ahorros operativos y mejoras en la eficiencia en diversas plantas, posicionándose como un referente en el uso de tecnología para un futuro más sostenible en la industria alimentaria.