En un acto de resistencia cultural y gastronómica, cientos de mujeres de Coapan, Puebla, corrieron en la Carrera de la Tortilla para defender el maíz.
Puebla, México.- Cientos de mujeres de Santa María Coapan, una comunidad en el estado mexicano de Puebla, participaron este domingo en la tradicional Carrera de la Tortilla. El evento, más que una competencia, sirvió como una enérgica defensa del maíz nativo en medio de la creciente tensión comercial entre México y Estados Unidos por el uso del maíz genéticamente modificado.
Angelina Acevez Zamora, organizadora del evento, explicó a EFE que la carrera busca honrar a las mujeres que mantienen viva la tradición de la elaboración de tortillas y a los campesinos que perseveran en sus ciclos de siembra. Su meta es clara: evitar el uso de productos con alto contenido de químicos o que son procesados prematuramente, ya que, según Zamora, podrían ser perjudiciales para la salud.
”Todavía hay campesinos que cultivan, se les compra, y si no se busca el de mejor calidad. Las madres van guiando a las hijas para continuar con esta tradición, enseñándoles a identificar el maíz de mejor calidad, cuál se quiebra al cocerlo y cuál no”, afirmó Zamora, destacando la importancia de mantener la calidad del grano por encima de todo.
La economía local de Coapan depende en gran medida de este producto, con al menos el 80% de las mujeres dedicadas a la elaboración de tortillas, atole y otros antojitos. Para ellas, el maíz no es solo un alimento, sino un pilar de su identidad cultural y de su sustento familiar.
Luisa Mercedes Nicolás Flores, una de las más de 600 competidoras en la categoría veterana, expresó su orgullo por representar a las tortilleras de su comunidad. “Mis respetos para los abuelitos, por ellos se sigue dando el maíz. Ellos siembran, cultivan la tierra, la riegan y cuidan, después cortan y desgranan para que finalmente nosotras hagamos la tortilla”, comentó, resumiendo el arduo proceso que hay detrás de este alimento básico.
La carrera se celebró en un contexto de intensa disputa comercial. México y Estados Unidos mantienen un desacuerdo sobre las restricciones mexicanas al maíz transgénico. En 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un decreto constitucional que prohíbe el cultivo de maíz genéticamente modificado, reconociendo el maíz nativo como un símbolo de la identidad nacional.
Sin embargo, a principios de este año, México retiró la prohibición a la importación de maíz transgénico para consumo humano, tras un fallo del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que determinó que la restricción inicial, establecida en 2023, violaba los compromisos comerciales.
México es autosuficiente en la producción de maíz blanco, el utilizado para el consumo humano, pero en 2023, el país importó más de 3.500 millones de dólares de maíz de Estados Unidos, lo que subraya la complejidad de la relación comercial en torno a este producto fundamental.