Su castigo consiste en barrer las instalaciones, no tiene descansos, ni vacaciones.
Monterrey, NL.- Adrián, un oficial de Fuerza Civil que el 12 de febrero descendió de un helicóptero en el techo de una vivienda del municipio de Zuazua y sometió a un presunto ladrón, fue castigado por presuntamente no cumplir con los protocolos al momento de realizar la detención.
En un abrir y cerrar de ojos pasó de ser un héroe a terminar castigado, como hijo de un exinstructor de tiro de la antigua academía de policía y de la otora policía judicial.
Su castigo consiste en barrer las instalaciones, no tiene descansos, ni vacaciones y afirman sus compañeros que lo están hostigando para que se dé de baja.
Su caso será turnado a asuntos internos de la secretaría.