Prevén aumento en la temperatura y con ello menos precipitaciones
Ciudad de México.- México enfrentará cada vez más dificultades para cumplir con la cuota de líquido que debe entregar a Estados Unidos bajo los términos de tratado bilateral en la materia de 1944 debido a la cada vez más común escasez de agua a lo largo de la cuenca del río Bravo por el cambio climático, advierte el reporte Puntos Calientes de la Sequía en el Mundo 2023-2025.
Publicado y elaborado el Centro Nacional de Mitigación de Sequías de Estados Unidos, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía, señala que la presión de cumplir el tratado incrementa el estrés hídrico en el norte del país.
Y no se vislumbra en el horizonte, alerta, una disminución de las dificultades para cubrir la cuota.
“La Oficina de Recuperación de Estados Unidos informó en 2021 que el aumento de temperatura en la cuenca desde 1970 ha duplicado el promedio mundial”, apunta.
“Se prevé que las temperaturas aumenten otros 2.2 grados Celsius, hasta alcanzar los, para finales del siglo 21.
Para 2050, los cambios regionales en las precipitaciones y la temperatura podrían provocar una disminución de la escorrentía anual en la cuenca del río Conchos, el mayor afluente del río Grande (Bravo), de hasta 25 por ciento.
Las condiciones de La Niña entre 2022 y 2023, señala, causaron un déficit de precipitación en la región noroeste de México y que casi todo el estado de Chihuahua registró sequía en 2023 y 2024.
En tanto, indica, los agricultores de Texas que dependen del agua aportada por México tuvieron que reducir su superficie de riego o comprar líquido de otras fuentes.
“Los texanos sintieron los efectos del retraso en los pagos de agua de México en 2024. Debido a la falta de agua de riego del río Grande (Bravo), el único ingenio azucarero de Texas anunció en febrero su cierre ese año.
“El cierre dejó sin trabajo a 500 personas y recortó alrededor de 100 millones de dólares estadunidenses al año a la economía del Valle del Río Grande”, apunta.
Para garantizar el suministro de agua en el futuro, remarca ambos lados de la frontera deberán fortalecer la resiliencia ante la sequía y buscar fuentes alternativas de agua.
Aunque la presa El Cuchillo ha desfogado, en lo que va de este 2025, el equivalente a dos años de su abasto para la población del área metropolitana de Monterrey, la amenaza de un nuevo trasvase ya toca a la puerta.
El Cuchillo y la presa Marte R. Gómez, ubicada en Tamaulipas, registran actualmente niveles de llenado que cumplen con las condiciones para el trasvase anual que debe analizar la Conagua y, de aprobarlo, se realiza en noviembre, según el convenio de 1996 entre los gobiernos federal, de Nuevo León y de Tamaulipas.
Los requisitos se cumplieron luego de que en los últimos días el almacenamiento de la Marte R. Gómez cayó por debajo de los 700 millones de metros cúbicos.