Al sentirse mareada por el olor a gasolina, al huir con su nieta en brazos, la mujer vio la salvación en un bombero y le entregó a la niña de 10 meses.
Jalisco.- Al sentirse mareada por el olor a gasolina, mientras huía con su nieta en brazos de la megafuga, la mujer vio la salvación en un bombero y le entregó a la niña de 10 meses.
“La abuelita me da de sus brazos a su bebé para poder sacarla del riesgo. A ella se le dificultaba respirar”, relató Martín Alberto Manrique Herrera.
“Le dije que humedeciera un trapo para que pudiera respirar y no le llegara tanto el olor a hidrocarburo, entonces yo tomé a la niña, la cargué y la cubrí con una frazada”, explicó el bombero, con 21 años de experiencia.
Ya fuera de la zona de peligro, aproximadamente a 400 metros de distancia de la fuga, Martín Alberto le entregó la niña a su abuelita.
Él y sus compañeros habían llegado aproximadamente a las 6:00 horas de ayer a la zona de la megafuga de combustible.
Al final de la jornada, se retiraron con la satisfacción del deber cumplido.