A casi dos semanas de los derrumbes y desbordamientos de ríos que devastaron 155 comunidades en el estado de Hidalgo, las labores de limpieza y rehabilitación aún no concluyen.

Autoridades federales, estatales y municipales mantienen frentes de trabajo en diversas zonas afectadas, priorizando el restablecimiento de caminos y el desalojo de toneladas de lodo y escombros.

En el municipio de Huehuetla, cuadrillas continúan con la liberación del lodo acumulado en las calles Ganadera y Ocampo, con el objetivo de mejorar el flujo de agua en la zona.

Con el apoyo de una grúa proporcionada por el Ayuntamiento de Atotonilco de Tula, se avanza en el retiro de vehículos inservibles y abandonados que quedaron varados en la vía pública.

Otro frente de trabajo se concentra en el retiro de derrumbes y deslaves que aún persisten en los municipios serranos. En las últimas 24 horas, las autoridades lograron desalojar alrededor de 38 mil metros cúbicos de material.

Entre los puntos atendidos destaca la apertura provisional del camino rural La Presa–San Antonio, en el municipio de Molango, lo que permitió restablecer el paso hacia las comunidades de San Antonio y Xuchitlán.

En Tlanchinol, se realizaron labores de limpieza y retiro de material derrumbado en la carretera estatal Tlanchinol–Apantlazol–Olotla, a la altura del kilómetro 9+500, utilizando un cargador frontal.

De igual forma, en Tepehuacán de Guerrero se efectuó el desalojo de material desplazado en la carretera estatal Otongo–Tepehuacán–San Juan Ahuehueco–Huatepango, específicamente en los kilómetros 3+400, 3+500 y 3+900, con el apoyo de una retroexcavadora.

En Chapulhuacán, las labores se concentraron en la limpieza de los laterales de la carretera estatal Ramal Pisaflores, del kilómetro 10+500 al 10+660.