Más de 670 hectáreas fueron consumidas por un incendio fuera de temporada
Organizaciones de la sociedad civil hicieron un llamado urgente a las autoridades federales, estatales, municipales y agrarias a investigar y sancionar el incendio forestal que presuntamente fue provocado el pasado mes de agosto en la Isla de Holbox, Quintana Roo, dentro de la codiciada Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam, que arrasó con más de 670 hectáreas de selva.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Grupo Ecológico del Mayab; Grupo Tortuguero del Caribe; Amigos de Sian Ka’an; Centinelas del Agua y Casa Wayuu, advirtieron que se debe decretar de inmediato la veda por 20 años para el terreno siniestrado, sin posibilidad de aprobar el cambio de uso de suelo, conforme lo establece la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Las ONG's recordaron que el pasado 22 de agosto, se produjo el incendio forestal en la zona Punta Mosquito / La Ensenada, al noroeste de Holbox, que estuvo activo nueve días y se logró liquidar hasta inicios del mes de septiembre.
Destacaron que la superficie impactada es del tamaño del Bosque de Chapultepec, que es el equivalente a 941 canchas de futbol o 143 zócalos de la Ciudad de México.
Subrayaron que de acuerdo a Protección Civil de Quintana Roo este incendio forestal fue el único que se registró fuera de la temporada en el estado durante 2025.
Las organizaciones ambientalistas señalaron que la valoración preliminar de los daños se puede resumir en la pérdida de servicios ambientales clave, ya que el siniestro ocasionó la fragmentación del ecosistema, toda vez que prácticamente dividió la isla de este a oeste, desplazando a la fauna, destruyendo hábitats, zonas de resguardo y de alimentación.
Asimismo, destruyó manglares, que son esenciales para la protección costera y el control de la erosión, puesto que disipan energía de oleaje y protegen tierra adentro.
"Los manglares también prestan valiosos servicios ambientales como la captura y almacenamiento del denominado carbono azul, pues atrapan de dos a cuatro veces más carbono que los bosques terrestres. Su quema y degradación libera bióxido de carbono (CO2) y reduce la capacidad futura de captura", apuntaron.
Manifestaron que el incendio forestal ocasionó afectaciones al hábitat y a la conectividad ecológica, ya que Yum Balam integra selvas, manglares, dunas y humedales que sostienen ciclos de vida (cría, alimentación, refugio) de múltiples especies.
De igual forma, se ocasionaron daños a la flora, principalmente en manglares matorral costero, "tanto en su cobertura como en su estructura, lo que implica riesgo de mortalidad de plántulas/propágulos y retroceso de bordes, así como pérdida de funciones ecosistémicas asociadas (filtración y retención de sedimentos)".
En cuanto a los impactos a la fauna y su hábitat, resaltaron que Punta Mosquito y los arenales adyacentes son sitios de anidación y alimentación de aves playeras y costeras, sensibles a perturbación y pérdida de cobertura.
"En Yum Balam existen especies emblemáticas con hábitats conectados al mosaico selva-humedal-manglar, como son las tortugas marinas -blanca, caguama y carey-, cocodrilos (americano y de pantano), aves como Flamenco americano, la Garza rojiza y los Chorlos chiflador y nevado.
Asimismo, habitan mamíferos de alto valor de conservación como el jaguar, el tapir y el manatí.
Cabe destacar que la Ensenada de Holbox es la playa más importante de anidación de tortuga carey en el estado de Quintana Roo. El promedio anual del número de nidos en los últimos cinco años es de mil 269, y es de las pocas playas en El Caribe con una tendencia positiva en reproducción.
Agregaron que con la pérdida temporal de cobertura vegetal, existe una mayor exposición del suelo a la erosión eólica en dunas y riesgo de arrastre de cenizas hacia humedales cercanos, con efectos sobre la calidad del agua.