Su esposo, Miguel Martínez, señala fuertes irregularidades en el proceso, falta de pruebas, así como intimidación hacia Hilda 'N'.
Monclova, Coah.- Las manifestaciones en defensa de Hilda, camarera acusada junto a una de sus compañeras de robar un millón y medio de pesos a un huésped de un hotel en Monclova, se intensificaron esta mañana de lunes, cuando familiares y amigos se reunieron para realizar una marcha que terminó en gritos de justicia y demanda de una investigación justa frente a las instalaciones de la delegación de la Fiscalía General del Estado en Monclova.
Miguel Martínez, esposo de Hilda, dijo que su familia vive una verdadera pesadilla, pues de una vida dedicada al trabajo y crianza en los valores morales y sociales, ahora cargan el peso de un señalamiento de robo millonario y un proceso de justicia apresurado e inconsistente.
Martínez resaltó la rareza del caso, donde un hombre al que se identifica como Carlos 'N' participa de una transacción de compra-venta de una propiedad, por la cual recibe alrededor de 6 millones de pesos que ingresa sin ninguna medida de seguridad a un hotel.
"Nadie sabe de esa cantidad si en realidad entró al hotel. Llega al hotel con seis millones y medio, se va de fiesta, a las ferias, no sé a donde, regresa y no se da cuenta que de que según le habían robado. Agarra las maletas, se sube a su mueble y se va, llega a su destino que creo que es en Saltillo, llega y no baja el dinero, ahí lo deja en el mueble. Es irreal, traes tanto dinero y lo dejas en el mueble que porque está el día feo y está lloviendo", relató parte de los supuestos hechos, Martínez.
Después de ello, presuntamente es al anochecer cuando Carlos 'N' regresa por el dinero y se da cuenta que la maleta en que lo transportaba pesa menos, y es cuando presuntamente se da cuenta del faltante de un millón y medio de pesos.
Datos que para la familia de Hilda, quien fue enviada al penal de Piedras Negras mientras dura el proceso de investigación, no son fiables.
Por lo que continúan con la demanda de justicia hacia la trabajadora del hotel, pues no existen pruebas contundentes de los hechos que señalen que ella, o su compañera de nombre Clarissa, se apropiaran ilegalmente de la suma millonaria que se reclama.