Dice que fue un error trabajar como voluntario durante 37 años porque carece de Seguro Social y de pensión
Monclova, Coah.- Después de 37 años de trabajar como rescatista, incluso de ser un héroe nacional al haber participado en labores de rescate de personas que quedaron atrapadas bajo los escombros en el terremoto que se registró el 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México, Juan Manuel Garza Villalba, vive actualmente solo y en el olvido, pues desde hace siete años ya no pudo trabajar al perder completamente la vista.
Hoy a sus 57 años de edad, dijo que no cuenta con una pensión porque siempre se dedicó a trabajar como voluntario, nunca tuvo un empleo formal para tener Seguro Social, obtenía ingresos económicos cuidando a personas mayores o trabajando como personal de seguridad en algún balneario, lo que ahora reconoce fue un error.
Juan Manuel, quien es mejor conocido como “Samuel” entre rescatistas que le pusieron ese nombre artístico, habita una vivienda que consta de un pequeño cuarto y una cocina, ubicada en la calle 5 de Mayo con Sinaloa, número 201 de la colonia Roma, está ahí gracias a que una empresa le paga la mitad de la renta y el resto lo paga con apoyos que recibe de gente que lo conoce.
Comentó que el DIF lo apoya con comidas los lunes, miércoles y viernes, pero hay días en que se queda sin cenar y aunque tiene una hija de 17 años de edad, pero no lo ve, pues su ex pareja la registró con otros apellidos.
Dijo que desde niño padeció de miopía la cual poco a poco avanzó, por lo que fue sometido a cirugías de cataratas, hasta que le diagnosticaron que sus retinas estaban muy degenerativas, muy delgadas y le advirtieron que con cualquier cosa se le podrían desprender, lo que finalmente sucedió después de que se dio un golpe en la cabeza con lo que perdió la vista.
Expuso que hace poco alguien le comentó que después de servir como rescatista por 37 años, ahora quién lo va a rescatar a él.
Casi al punto del llanto, manifestó que su ilusión es tener una casa propia, un cuartito y una cobija en la que dormir, pero que sea suyo, pues quiere pasar el tiempo que le reste de vida sin la preocupación de qué va a hacer cuando ya no pueda pagar la renta.
Su número de teléfono celular es el 866-140-75-03, por si algún ciudadano tiene interés en apoyarlo.
‘Ví cosas horribles en el terremoto del 85’
Juan Manuel, dijo, que a los 16 años de edad comenzó a trabajar como rescatista en el año 1984 como parte del Escuadrón de Rescate del DIF Monclova y que cuando sucedió el terremoto de 1985 en la Ciudad de México, participó en las labores de rescate de personas junto con otros compañeros que viajaron a la capital del país.
Recordó que llegaron a rescatar a dos personas que trabajaban como intendentes en Televisa San Ángel, cuyo edificio se desplomó; las piernas de ambos, una mujer de entre 40 y 50 años de edad y una persona mayor, quedaron prensadas entre los escombros y por fortuna se les pudo rescatar dos días después del terremoto.
Añadió que también rescataron a una niña de 12 años de edad que quedó atrapada entre los escombros, pero la salvó el estar entre un ropero y un buró y que se abrió un hoyo de 20 centímetros en una pared por la cual entraba oxígeno.
“Vimos cosas horribles, vimos personas decapitadas, aplastadas por losas, muchas personas muertas”, expresó.
Orgulloso de su labor
De manera personal le quedó la satisfacción y el orgullo de prestar su servicio como rescatista para salvar vidas, pero dijo que también mucha tristeza porque vio mucha gente lastimada y muerta.
Desde 1986 comenzó a trabajar como voluntario del cuerpo de rescate “Aguilas Doradas”, el cual dejó después de perder la visita y aunque por muchos años prestó servicio a la comunidad y es considerado un héroe, hoy está solo y en el olvido.
Agregó que otros compañeros como él se encuentran en la misma situación, y todo porque no tienen apoyo de los gobiernos, “nos olvidan completamente”.