El espacio ubicado en la parroquia Nuestra Señora del Refugio es un refugio para los más vulnerables
Monclova, Coah.- Desde hace tres años, Lourdes Rivera lidera con entrega y corazón la cocina comunitaria de la Parroquia Nuestra Señora del Refugio, un espacio que se ha convertido en un respiro para personas de la tercera edad, madres solteras, personas con discapacidad y familias vulnerables.
“El comedor está abierto para todos los que lo necesiten, especialmente para quienes enfrentan dificultades económicas o de salud”, compartió Lourdes, vecina y miembro activo de la comunidad.
Cada miércoles y viernes, desde las 10 de la mañana, un equipo de mujeres voluntarias se reúne para preparar los alimentos, los cuales se reparten alrededor de la una de la tarde, este esfuerzo colectivo atiende a cerca de 60 personas, muchas de las cuales reciben el alimento a través de familiares que lo llevan a casa.
El menú varía según las donaciones disponibles, en esta ocasión se ofreció un platillo de discada con sopita y fruta, gracias al apoyo de Cáritas, la parroquia y benefactores locales como la señora Lorena, dueña de un negocio de venta de pollo y la licenciada Lupita Oyervides, quien dona despensas cada mes.
“Todo esto lo hacemos mientras Dios nos dé fuerzas y agradezco profundamente a mis compañeras Diana, Adelita, Amparito y también a mi esposo Don Toño, por no dejarme sola.” dijo Lourdes con orgullo.
La cocina comunitaria continúa abierta no sólo para quienes necesitan un plato de comida, sino también para quienes desean sumarse al equipo de apoyo o aportar con donativos.
“La ayuda nunca está de más y aquí siempre hay espacio para servir con el corazón”, concluyó.