Monclova, Coah.- El 4 de septiembre del 2022 la vida dio un vuelco para Katy y Lalo.

Un terrible incidente dejó al padre de familia entre la vida y la muerte. El diagnóstico fue desalentador.

A sus 40 años de edad, 19 de ellos felizmente casado, Eduardo De la Cruz Rangel quedó cuadrapléjico tras ser agredido con un arma blanca por un compañero de trabajo con el que sostuvo una discusión.

Catalina Guajardo, su esposa, llamada cariñosamente Katy, se derrumbó al escuchar al médico comunicarle que estaría postrado en cama de por vida.

La situación era complicada. Katy pudo renunciar a la responsabilidad de cargar a cuestas con alguien que no podía valerse por sí mismo, como ocurre en algunos matrimonios, pero su amor era más grande que todo problema y decidió sacar la casta por su esposo y por sus hijos.

El juramento de amarse y cuidarse en la salud y la enfermedad, se convirtió en algo más que una promesa ante un Dios que hoy les ponía la prueba más grande de su vida.

Desde hace un año y cinco meses la rutina de Katy es la misma: Levantarse, hacer el almuerzo y con paciencia darle a Lalo de comer para luego apoyar a sus tres hijos; los mayores, de 20 y 18 años ya trabajan y son ahora el sostén económico de la familia, mientras que la menor de 16 aún estudia.

Por las tardes se dan un tiempo para disfrutar en familia y por las noches, de nuevo todos apoyan en los ejercicios de rehabilitación de Lalo.

"Mis hijos me ayudan a darle las terapias dos veces al día, porque hay que cargarlo para moverlo y yo no puedo sola, no es fácil pero lo hacemos entre todos con mucho amor”,

dice Katy.

A la angustia por el estado de su esposo se sumó la impotencia por el proceso legal que se alargó desde su inicio, impidiendo que recibiera una indemnización, por lo que optó por no perder tiempo y dedicarse a buscar el milagro que lo hiciera recuperar la movilidad.

La agresión

Lalo trabajaba en la carnicería donde se registraron los lamentables hechos que le cambiaron la vida.

Una discusión con un compañero de trabajo se salió de control y fue herido con un cuchillo; la filosa hoja del arma blanca le atravesó la médula ósea, provocándole una hemorragia que se agravó por la tardanza de la ambulancia.

Con un hilo de vida, Lalo ingresó a un hospital donde fue conectado a las máquinas, mientras que sus hijos le avisaban con premura a su madre lo sucedido.

Katy, que tenía un par de días en Estados Unidos a donde viajó para visitar a su hermana, regresó a Monclova de inmediato sintiendo que el corazón se le salía del pecho. Contra todos los pronósticos y después de varias semanas de debatirse entre la vida y la muerte, Lalo sobrevivió y pudo regresar a su hogar.

Aunque en los primeros días no pronunció palabra alguna, Katy veía sus ojos humedecidos y sabía la aflicción que le causaba el estar inmóvil, después de haber tenido una vida muy productiva.

"Lalo era muy trabajador, me acuerdo cuando compramos la casa por el Infonavit, él le hizo todos los arreglos, la amplió y en cuarentena le hizo una alberca a los niños”,

dijo la madre de familia.

Lalo no tenía seguro social al momento de la agresión, su patrón lo afilió y eso le permitió ser atendido en un hospital.

Katy dice que el haber dejado de llevar el sustento a su familia es un dolor que sigue oprimiendo su corazón.

"Al principio llegó muy serio a la casa, estaba deprimido, se sentía inútil, pero cuando vio todo el apoyo que recibía de su familia decidió ver la vida de una manera más positiva y le echó más ganas a las terapias”,

dice la madre de familia.

Se vuelve viral

A través de las redes sociales, Katy ve cómo la ciudadanía responde al llamado de ayuda de quienes están pasando por momentos difíciles, por lo que decidió abrir un perfil en Facebook para dar a conocer su caso.

En la cuenta “Lalo y Katy”, la madre de familia comparte el día a día con su esposo, principalmente las terapias de rehabilitación que le brinda y los pequeños avances que ha logrado.

Aunque en un principio creyó que nadie se fijaría en ellos, para su sorpresa, su historia de amor y lucha se ha hecho viral, y su página sigue sumando seguidores, no sólo de Monclova y la región, sino también de otros estados de la República y países como España, Estados Unidos, Argentina, Venezuela y Guatemala, desde donde no sólo han recibido apoyo moral, sino también aparatos que su esposo necesita para complementar su rehabilitación.

"Una de nuestras seguidoras me dijo que llevara a Lalo a un hospital de Cali, Colombia, especializado en problemas neurológicos, pero de momento no se puede”,

dijo.