Monclova, Coah.- Pese a que la Poza de la Becerra es una zona de recuperación ecológica no abierta al público, en esta temporada vacacional de Semana Santa es utilizada por unos cuantos turistas privilegiados que ingresaron al balneario natural del Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas con un permiso especial del Museo del Desierto.

Zócalo Monclova captó a un grupo de alrededor de 15 personas en el interior de la poza que Semarnat clausuró en el año 2008, donde departía sin ninguna restricción, incluso bañándose en sus cristalinas aguas.

Turistas de Cuatro Ciénegas preguntaron a un guía turístico cómo podrían entrar al balneario después de que vieron personas en su interior, y les respondió que sólo con un permiso especial del Museo del Desierto.

Ingresan turistas privilegiados

Armando de la Garza Gaytán, comisionado de Turismo de la Canaco, quien por muchos años administró la Poza de la Becerra, dijo que el lugar no tiene permitido realizar actividades relacionadas con el turismo y evidentemente en esta temporada vacacional es utilizado como tal.

“El hecho de que esté siendo utilizada la poza en forma privilegiada por dos o tres personas es incorrecto, algo mal visto, pues el que sea usada en forma particular por personas privilegiadas que la llevan bien con el dueño o el Museo de Desierto es inadecuado. Debe estar abierta al público o totalmente cerrada”, aseveró.

Manifestó que habría que ver qué dice de esta irregularidad la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, que es la que vigila ese tipo de lugares, y agregó que el Museo del Desierto debe rendir una explicación al respecto.

El entrevistado, señaló que la Poza de la Becerra fue clausurada por cuestiones políticas, por una situación arbitraria de las entonces autoridades federales, quienes tenían un “agarre” con el Gobernador de Coahuila que nunca se destrabó, ante lo que retiraron el permiso de operación.

Aunque en el lugar se instalaron muchos señalamientos de que es una zona de recuperación ecológica, dijo que realmente no la requiere, ya que estaba operando de manera adecuada.

Ante esa situación, consideró que las autoridades federales ya deberían permitir el uso comercial de este balneario, es decir, que el público en general pueda ingresar de manera controlada, o de lo contrario, no permitir que sólo unos cuantos privilegiados puedan entrar a este sitio.