Yolanda fue despedida sin aviso, seguro y sueldo de la pizzería donde tenía el cargo de gerente
Monclova, Coah.- Yolanda de la Cruz Alemán se encuentra en una ardua batalla por el pago de su finiquito tras haber sido despedida injustificadamente de la pizzería Mostachos, propiedad de Rogelio Rodríguez Sandoval, en donde laboró por dos largos años.
Sin embargo, su búsqueda de justicia se ha topado con lo que describe como un entramado de presuntas irregularidades y dilaciones con una conciliadora dentro del propio Centro de Conciliación Laboral.
Yolanda, quien se desempeñó como gerente en la pizzería por más de dos años, asegura que fue cesada sin explicación formal, sin el pago de su última semana laboral, sin recibos de nómina y sin acceso a seguridad social.
“Nos despidieron sin aviso, sin seguro, sin sueldo y todavía nos quieren borrar”, declaró la afectada.
A esta situación se suma un esquema de pagos en vales de caja que, según Yolanda, la mantenía en la incertidumbre económica.
“Sí había venta, cobrábamos, si no, nos esperábamos, así vivíamos, después nos quisieron dar tiempo por tiempo por las horas extras que trabajábamos”.
La frustración de Yolanda se intensificó al enfrentar lo que considera una actuación deficiente por parte de las autoridades conciliatorias, según su testimonio, su caso, de manera inexplicable, fue enviado a Sabinas en lugar de permanecer en Frontera, donde ocurrió el despido.
“Es un error que no puede ser casual, ¿Por qué allá? ¿Para que se pierda en el camino?”, cuestiona la exempleada, quien ha tenido que invertir tiempo y recursos adicionales para corregir este tipo de fallas administrativas.
Más allá de los errores de expediente, Yolanda lamenta la aparente inacción del Centro ante el incumplimiento del empleador, afirma que las multas generadas contra Rogelio Rodríguez Sandoval por no acudir a las audiencias de conciliación no han sido ejecutadas físicamente.
“Si no mueves tú las cosas, no avanzan, el patrón no teme presentarse porque no le han hecho nada”, señala Yolanda, destacando una percepción de impunidad que desalienta a los empleadores a cumplir con sus obligaciones.
La lucha de Yolanda de la Cruz no sólo es por su finiquito, sino por sentar un precedente. “No vamos a quitarnos, no vamos a rendirnos, qué se sepa todo, porque esto pasa todos los días y la mayoría calla , pero yo no”, sentenció.