Monclova, Coah.- “Si hubiera sido una enfermedad, uno se prepara… pero así, tan de repente, no es justo, así murió también mi papá, lo atropellaron, es como una maldición que se repite”, lamentó Pedro Ábrego, hijo de ‘Doña Lupe’, sin poder ocultar la tristeza.

En medio de un ambiente cargado de dolor, pero también de profunda gratitud y respeto, familiares, vecinos y decenas de clientes y amigos se congregaron este sábado en la capilla de la Funeraria Latinoamericana para despedir a Guadalupe Villarrreal, mejor conocida como “Doña Lupe”, la comerciante que durante 45 años dio sabor a las noches en la Plaza de la colonia Primero de Mayo con sus tradicionales tacos.

El velorio fue testimonio vivo del cariño que Monclova le tuvo, en cada rostro, en cada abrazo, se sentía el peso de la pérdida de una mujer trabajadora, alegre, terca como sólo saben ser quienes aman lo que hacen, y que forjó a su familia con esfuerzo diario entre frijoles, salsa y tortillas calientes.

Su hijo, Pedro Ábrego Villarreal, relató con voz entrecortada cómo su madre, viuda desde hace años, nunca dejó de trabajar: “Yo le decía, ‘mamá, ya estás cansada’, pero ella me respondía: ‘¿a qué quieres que me quede aquí? Si me siento, ya no me levanto’”.

El legado de Doña Lupe no empezó con ella, sino con su madre, doña Berta, fundadora del puesto de tacos hace más de seis décadas, “son de las familias fundadoras de la colonia, en aquellos años estaban doña Concha, doña María, doña Berta, mi mamá siguió ese camino”, compartió Pedro.

Durante décadas, el sencillo puesto fue más que un lugar de comida, fue punto de reunión, de historias, de identidad de la colonia, “ella iniciaba desde las seis de la tarde y se iba cuando se acababa la venta, lloviera, hiciera frío o calor, incluso después del Covid que le dejó secuelas, ella siguió al pie del cañón”, recordó su hijo.

Con 72 años de edad, Doña Lupe crió a cinco hijos (uno de ellos ya fallecido) a base de trabajo honrado, “todos salimos adelante, yo trabajé en AHMSA, otro maneja taxi… pero todos somos gente de bien”, aseguró Pedro, quien también destacó el papel de su madre como pilar moral y económico de su familia.

El sepelio está programado para este domingo; la misa será a la 1 de la tarde en el Santuario de Guadalupe y posteriormente, Doña Lupe será sepultada en el panteón Jardines del Recuerdo.

Ahí, entre lágrimas, la comunidad le dirá adiós a una mujer que, con un taco en la mano y una sonrisa en el rostro, dejó huella profunda en la memoria colectiva de Monclova.

Exigen que se aplique la ley

Doña Lupe perdió la vida la madrugada de este sábado, cuando un automóvil deportivo rojo, conducido presuntamente a exceso de velocidad, la embistió en la esquina de Amado Nervo y Yolar, justo mientras recogía su equipo de trabajo; el golpe fue brutal, la mujer fue proyectada contra su propia combi, quedando prensada y muriendo en el lugar.

Aunque el presunto responsable fue detenido, la familia ha enfrentado obstáculos en el proceso judicial, “la Fiscalía nos está pidiendo otro testigo, cuando mi hermana vio todo, además, aunque dicen que hay un video, después se sostiene que no grabó nada, aún así, mi sobrino quiere declarar, sólo pide que no den su nombre”, denunció Pedro Ábrego.

Pese al dolor, la familia de quien provocó la tragedia ha mostrado disposición, “se acercaron, respondieron con los gastos del funeral, dijeron, ‘si mi hermano tiene que pagar, que pague’, eso se agradece, pero lo que pedimos es que todo se haga como debe ser, sin corrupción”, sostuvo el hijo de la víctima.

‘Era una mujer muy amable’

Como una persona amable, sonriente y muy trabajadora, es como se recordará a María Guadalupe Villarreal Villalobos, quien tenía más de 40 años como vendedora de tacos en la plaza de la colonia 1 de Mayo.

Doña Lupe, como muchos la conocen, vivía en la colonia Obrera Sur Tercer Sector, pero tenía más de 40 años vendiendo tacos de la olla y tostadas, los cuales eran muy famosos, pues había una gran cantidad de personas que se daban cita en este lugar para degustar de estos.

Sin embargo, la madrugada de ayer perdió la vida, luego de que Ramón “N”, quien es vecino de este sector, impactó su automóvil contra la comerciante, quien quedó atrapada entre dicho auto y su combi de olor amarillo la cual utilizaba para transportar su puesto de comida.

Ante esto, Andrea, quien labora en un comercio cercano a esta plaza, narró que Doña Lupe era una mujer amable que diariamente llegaba hasta la plaza donde colocaba su puesto y comenzaban a llegar personas con quienes platicaba e incluso algunas se quedaban a comer ahí.