La Secretaría de Finanzas del Estado, a través de su Departamento de Fiscalización en la Región Centro, ha anunciado una escalada en los operativos.
Monclova, Coah.- La Secretaría de Finanzas del Estado, a través de su Departamento de Fiscalización en la Región Centro, ha anunciado una escalada en los operativos de supervisión en quintas, bares y otros locales con venta de alcohol, esto después de una fase inicial de advertencia, las autoridades señalan que no habrá más prórrogas: se avecinan inspecciones rigurosas y posibles sanciones para quienes persistan en la informalidad.
“Se acabó el tiempo de la cortesía. Dimos la oportunidad de regularizarse, ahora el siguiente paso es aplicar la ley, esta nueva etapa busca garantizar la seguridad de los asistentes y la legalidad en la operación de estos establecimientos. El mensaje es claro: la paciencia se ha agotado y la ley se aplicará con todo rigor para formalizar un sector que opera mayormente en la sombra”, comentó.
El foco principal está puesto en las “quintas”, espacios que, aunque no siempre están formalmente registrados como tales, operan como salones de eventos y fiestas.
La Secretaría de Finanzas ha identificado alrededor de 220 de estos lugares en la Región Centro, la gran mayoría funcionando de manera irregular.
“La mayoría no son oficialmente quintas, pero funcionan como salones para fiestas y deben cumplir con la normativa vigente. A pesar de una intensa campaña de difusión de requisitos y normativas, sólo 12 o 13 negocios han acudido a las oficinas a regularizar su situación, mientras que el resto no ha iniciado ningún trámite”, lamentó Sáenz.
En contraste, la situación en bares y cantinas parece ser menos problemática. Las inspecciones rutinarias, que a menudo se extienden hasta altas horas de la madrugada, no han revelado incumplimientos significativos en cuanto a horarios o licencias.
“La situación en bares y cantinas es estable. No hemos tenido necesidad de clausuras. Cumplen con los horarios y están funcionando dentro de la legalidad”, comentó el jefe de padrones.
Sin embargo, esto no implica una relajación en la vigilancia. Las autoridades mantienen un monitoreo constante, conscientes de que la informalidad y las irregularidades pueden surgir en cualquier momento. La prioridad es el cumplimiento continuo de la normativa.