La descarga de archivos ZIP de origen desconocido se posiciona como una de las amenazas más críticas para la ciberseguridad personal.
Descargar carpetas comprimidas en formato ZIP se ha convertido en una nueva modalidad de estafa digital y hackeo, que puede derivar en el robo de información personal, la toma de control de redes sociales o incluso el acceso total a dispositivos móviles, alertó Gilberto Franquez, agente de la Policía Cibernética.
De acuerdo con el especialista, este tipo de archivos suele presentarse de forma atractiva para captar la atención de los usuarios, prometiendo videos o fotografías íntimas, material exclusivo o contenido impactante, con el objetivo de que las personas los descarguen sin verificar su procedencia.
Gilberto Franquez explicó que los delincuentes cibernéticos utilizan la ingeniería social como principal herramienta para cometer estos fraudes, adaptando los mensajes a temas que generan curiosidad, morbo o urgencia.
“Siempre buscarán un tema social que impacte y resulte atractivo para que la persona haga clic”, señaló.
El agente detalló que este tipo de engaños no son nuevos, pero han evolucionado. En el pasado se difundían enlaces con supuestos videos de accidentes o noticias falsas, y hoy la estrategia se centra en archivos ZIP que aparentan contener material sensible o de interés general.
Durante la entrevista, Franquez subrayó que no existe un perfil específico de víctima, ya que los delincuentes no tienen un objetivo fijo. Pueden utilizar desde contenido íntimo, chismes o accidentes, hasta mensajes falsos relacionados con iglesias, instituciones o causas sociales, aprovechando la confianza de distintos grupos de la población.
“Realmente no hay algo muy específico. El delincuente puede adaptar el mensaje según el grupo al que quiera llegar”, explicó el agente de la Policía Cibernética, quien recalcó que incluso mensajes aparentemente inofensivos pueden esconder programas maliciosos.
La recomendación principal es contundente: si se recibe un archivo ZIP por redes sociales o mensajería instantánea, no debe descargarse, especialmente si no se tiene certeza de su origen. “¿Cómo voy a descargar algo del que no estoy seguro?”, cuestionó el especialista.
Además, se aconseja mantener actualizados los sistemas operativos, utilizar antivirus confiables, evitar otorgar permisos innecesarios a aplicaciones y reforzar las contraseñas de redes sociales, correos electrónicos y cuentas personales.
Finalmente, Gilberto Franquez invitó a la ciudadanía a ser más observadora y crítica ante este tipo de ganchos digitales, recordando que la prevención y la educación en seguridad informática son fundamentales para reducir riesgos en internet.