El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que el sospechoso ya fue identificado
Una joven empleada de 7-Eleven en Hollywood, California, falleció el pasado miércoles 2 de julio tras varios días hospitalizada, luego de haber sido presuntamente agredida de forma brutal por su gerente durante una disputa al final de su turno, conmocionando a la comunidad estadounidense.
Jessica McLaughlin, de 26 años, sufrió lesiones cerebrales irreversibles debido a la falta de oxígeno, después de que su jefe, según la versión de su familia, la arrojará al suelo y se sentará sobre su pecho, impidiéndole respirar, por lo que tuvo que ser llevada de emergencia al hospital.
El hecho ocurrió dentro de la tienda de conveniencia donde trabajaba, y fue presenciado por otros empleados que intentaron intervenir, sin éxito y de acuerdo con una campaña de recaudación de fondos organizada por su hermano, el gerente también habría agredido a los compañeros de Jessica antes de huir del lugar en bicicleta.
El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que el sospechoso ya fue identificado, aunque hasta el jueves no se habían realizado arrestos cabe destacar que durante varios días, Jessica permaneció conectada a soporte vital mientras su familia mantenía la esperanza de una recuperación.
Sin embargo, el daño cerebral fue severo y, tras consultar con especialistas, sus seres queridos tomaron la difícil decisión de desconectarla, por lo que Jessica McLaughlin perdió la vida en el hospital tras recibir la agresión de su entonces jefe en la famosa tienda de autoservicio.
“Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero el daño fue demasiado grande”, escribió su hermano Sean McLaughlin
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— True Crime Updates (@TrueCrimeUpdat) July 3, 2025
Jessica McLaughlin, an employee in her 20s, is brain-dead & her family plans to take her off life support after she was allegedly "violently & senselessly attacked" by her manager at a 7-Eleven in Los… pic.twitter.com/Htw9Hdl3RI
El padre de la víctima señaló que su hija había sido acosada de manera constante por el mismo gerente que ahora es señalado como responsable de su muerte, por su parte, la empresa 7-Eleven expresó sus condolencias y aseguró estar colaborando con las autoridades en la investigación.
Jessica fue recordada por su familia como una persona empática, generosa y capaz de brindar consuelo sin juzgar a nadie. “Tenía un alma hermosa y merecía mucho más que una muerte tan violenta”, señalaron, mientras que ya se sabe que el agresor fue despedido inmediatamente.