Ciudad de México.- A lo largo del año, hay efemérides de las que seguramente jamás habíamos escuchado, quizá porque no son universales o porque son muy de nicho. Y para muestra está la del 25 de abril, que se conmemora el Día Mundial del Pingüino.

Esta fecha busca concientizar sobre la importancia de cuidar a estas simpáticas aves marinas que no pueden volar pero tienen un peculiar andar, pues el cambio climático, la sobrepesca y la destrucción de sus hábitats son las principales amenazas para ellos.

Los pingüinos guardan muchas curiosidades, como su capacidad de camuflarse gracias a sus colores, o que los machos muchas veces son quienes incuban los huevos; pero quizá la que llama más la atención es la tierna práctica de cortejo entre las parejas.

¿Qué es el ‘pebbling’?
Para empezar, es importante mencionar que los pingüinos en toda su vida sólo eligen a una pareja, con la que siempre tendrán crías. Pero durante el cortejo, llevan a cabo el ‘pebbling’, palabra que significa guijarro (una piedra pequeña, redondeada y lisa debido a la erosión del agua).

Los pingüinos viven en hábitats llenos de estas rocas, con las que suelen a veces construir sus nidos, pero lo interesante de esto es que esas piedras son un regalo del macho a la hembra como muestra de afecto. ‘Pebbling penguins’, lo llaman los expertos.

Se trata de ese pequeño acto de amor que consiste en regalar esas piedras que encuentran el camino porque les vieron algo especial y decidieron llevárselas a sus parejas.

Gracias por el ‘pebbling’

En el lenguaje del amor de los humanos, el ‘pebbling penguin’ sin duda es el equivalente al “vi esto y me acordé de ti”.

Y es que las personas también elegimos algo con base en los gustos, intereses o pasatiempos de las personas que nos interesan y se las regalamos, tal como lo hacen los pingüinos.

Así que de cierta manera, es una práctica muy común que le debemos a los pingüinos y esa es otra razón más para cuidarlos.

“Enviar memes, enlaces y videos a otros no es trivial. Demuestra que piensas en ellos y quieres que compartan tu alegría. Se conoce como ‘pebbling’ y se basa en que los pingüinos regalan piedras a sus posibles parejas. El ‘pebbling’ es un acto de cuidado. Cada guijarro es una invitación a conectar”, escribió en X el psicólogo Adam Grant.

De hecho, se trata de una práctica que suele presentarse con frecuencia entre las personas neurodivergentes, es decir, que presentan condiciones como el autismo, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o la propia dislexia.

De acuerdo con la psicóloga clínica Amy Marshall, el ‘pebbling’ ayuda a estas personas a expresarse de manera simple ya que carecen de ciertas habilidades sociales, “cada persona recibe expresa afecto de diferentes maneras”, dijo.